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Crítica:'POP'
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El cerebro hace ¡pop!

Con un currículum de cinco espléndidos elepés, Gruppo Sportivo ha conseguido sobrevivir cerca de ocho años a la rápida disolución de la New Wave. De aquella moda erimera han quedado los mejores como estrellas perdidas y solitarias. Gruppo Sportivo constituye un caso muy particular de resistencia, porque, si se pertenece a una diminuta provincia del imperio discográfico, el simple hecho de seguir existiendo adquiere sencillamente caracteres de milagro. Y aunque estos popis holandeses canten en inglés, su consigna de que Holanda está de moda (Holland now) se haría dificil aceptar el mensaje si no estuviera arropado con una música tan bailable.El concierto que Gruppo Sportivo dio este fin de semana fue un acto de reivindicación de sus propias raíces. Es decir, toda la historia del pop. Los chicos holandeses salieron a escena trajeados de conjunteros de siempre, con uniforme de verano negro y su divertido y calvísimo líder, Hans Vanderburg, al frente. Como buena orquesta de baile, interpretaron una amplia selección de su repertorio, concentrándose sobre todo en su trabajo más elaborado: Pop! goes the brain. En esta ocasión, Gruppo Sportivo había sustituido a las señoritas de los coros por un dúo de rubios clónicos en la sección de vientos que amenizaron la velada con unos pulmones en plena forma y bonitos pasos de baile.

Gruppo Sportivo

Concierto Pop. Sala Rock-Ola. Madrid, 23 de octubre.

Las canciones eran puro pop. Pequeñas historias adornadas con musiquillas variadas, entretenidas y agradables. Composiciones muy rítmicas con referencias obvias al soul de Wilson Picket en los arreglos de metal y los buenos teclados de Peter Calicher. Además incluyeron una ronda caribeña con soberbios reggaes y skás como Things we like o Goodbye Radio. En cuanto a la voz de Vandenburg, se nota que a este señor le gustan especialmente las maneras de Elvis Costello y John Lennon. De su último trabajo, Design Moderne, Gruppo Sportivo tan sólo interpretó un par de temas: el contundente Gon Get It! y el romántico Fiona, Y como el espectáculo iba de baile suelto, se dejaron en el bote el ternísimo e intimista Mein Geiltes Lies.

Entre las obsesiones dé Gruppo Sportivo se encuentra una bastante generalizada: la pasión por las señoras. Por lo que gran parte de las canciones -el propio Vandenburg reconoce que su droga favorita es el sexo en sus multiples variantes- estaban dedicadas a ese escogido sector del género humano.

El concierto -uno de los más generosos que hemos visto en Rock-Ola- se prolongó con numerosas repeticiones por espacio de dos horas, con el público bailando sin parar. Toda una prueba de resistencia física, porque, dado el inevitable castigo de los calores reinantes, el sudar la gota gorda durante tanto tiempo corre el peligro de deshidratar a la totalidad de entusiasmados espectadores. Claro que para evitar tales males existen benditos remedios. Para eso se ha inventado la cerveza.

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