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Escalada terrorista de ETA

Los militares apoyan cualquier método de acción policial

El mando militar está recibiendo con gran sensibilidad en las últimas horas las diferentes reacciones producidas en unidades y acuartelamientos de las Fuerzas Armadas, sobre el asesinato del capitán de Farmacia Alberto Martín. La mayoría de los comentarios coinciden en los siguientes puntos: indignación general, total apoyo a cualquier método que utilice la policía para hacer frente a la ofensiva terrorista, ilegalización de los partidos políticos y organizaciones que sostienen a los grupos terroristas, sanciones a los medios de comunicación que amparan los postulados de estos grupos y mayor endurecimiento en la calificación penal.

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La mayoría de las opiniones, que no pasan de simples comentarios en las salas de banderas, reflejan el profundo malestar que en el colectivo militar ha producido el citado atentado. Los responsables de las unidades están recogiendo los estados de opinión de sus subordinados, con el fin de transmitirlo a sus superiores para sus posterior conocimiento por parte del ministro de Defensa.En las últimas 48 horas el mando militar no conocía otra reacción que la de los comentarios en los cuarteles. En una de las unidades aparentemente más conflictivas, la División Acorazada Brunete número 1, la noticia del asesinato del capitán Martín ha sido acogida esta vez con menos apasionamiento que en ocasiones anteriores. Medios militares destinados en sus unidades recordaron a este periódico que la División Acorazada sufrió en su día la ira terrorista en la persona de su máximo responsable, el general Víctor Lago, que falleció en un atentado posteriormente reivindicado por ETA Militar.

Un oficial de la Acorazada comentaba ayer a este periódico que, la muerte del capitán Martín había llegado en un momento de luto a sus unidades, ya que recientemente falleció en unas maniobras uno de los responsables de su Estado Mayor. "Más que indignación, lo que estamos es más escépticos que nunca", dijo, "y no por el atentado, que es una salvajada, sino por todo ese continuo rosario de condenas que no sirven para nada. Creo que hay que ser duros frente a quienes nos quieren imponer la ley del terror y no dejamos caminar por la vía del entendimiento vía normalidad".

El capitán general de Zaragoza, Luis Sáenz Larumbe, declinó hacer declaración y comentario alguno respecto al asesinato del capitán Martín Barrios. Ante la insistencia de este periódico, fuentes de la capitanía general indicaron que no era habitual por parte del capitán general hacer manifestaciones.

Ricardo Ofiate, capitán general de Granada,fue, sin embargo, más explícito y declaró que su opinión no podía ser otra que la que comparten todos los miembros de las Fuerzas Armadas y el pueblo español: 'La indignación y repulsa es total, por la vileza y cobardía, que supone el asesinato del capitán Martín Barrios, llevado a cabo contamaña saña y frialdad, que pone de manifiesto el talante miserable de los culpables de tan execrable asesinato".

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"Prefiero no hacer comentarios, ya que de ellos andan sobrados los medios de comunicación. Es hora de tomar determinaciones para que se ponga fin a esta tragedia por quienes tienen a su cargo la responsabilidad de hacerlo dijo el capitán general de Canarias, Miguel Fontela. Contrario a esas declaraciones fue en este caso el capitán general de Sevilla, Manuel Saavedra Palmey, que rechazó hacer ninguna observación al respecto y remitió a la Junta de Jefes del Estado Mayor.

Indignación

La aparición del Ministro del Interior, José Barrionuevo, ha sido comentada favorablemente en algunos círculos militares de esta última región militar.

En Valladolid, cabecera de una de las regiones militares españolas más díficiles, existía una ambiente de dolor, indignación, fuerte malestar, y rabia contenida. Sin embargo, no se conoce que se hayan celebrado reuniones especiales en los acuartelamientos. Durante toda la jornada fue imposible comunicar directamente con el capitán general de la VII Región Mifitar, Rícardo Rivas Nadal, para conocer su opinión respecto a la muerte del capitán Martín Barrios.

En las unidades de la III Región Militar con sede en Valencia se registró ayer un ambiente de normalidad aunque el asesinato del capitán de Farmacia había ocasionado una profunda preocupación e indignación. Medios militares calificaron el hecho de "repugnante", más aún si se dirige a personas indefensas, y consideraron prematuro saber qué repercusiones puede provocar esta acción terrorista en la familia militar.

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