Separados del servicio tres agentes de la policía vasca
La consejería de Interior del Gobierno vasco ha abierto un expediente y ha separado cautelarmente del servicio a los tres agentes de la policía autónoma (Ertzaina) que el viernes participaron en la persecución de un vehículo robado, cuatro de cuyos ocupantes resultaron muertos al colisionar el automóvil con un camión.
El citado departamento del Ejecutivo vasco difundió a última hora de la noche del viernes una nota en la que a los datos ya conocidos (véase EL PAÍS de ayer) se añade el detalle según el cual en un momento dado de la persecución "los ocupantes del turismo arrojaron contra el vehículo policial un objeto contundente que ocasionó la rotura del parabrisas, desconcertando al conductor, que perdió el contacto con el vehículo perseguido, al que no volvió a encontrar hasta seis kilómetros más adelante, ya totalmente destrozado tras la colisión".Esta última explicación sobre el percance ocurrido en Alegría de Oria (Guipúzcoa) contrasta con la ofrecida en el lugar del accidente por una señora que aseguró a EL PAÍS haber visto como inmediatamente antes del accidente ambos vehículos circulaban muy próximos el uno al otro, los dos por el lado izquierdo de la calzada, y que los ocupantes del coche policial iban efectuando disparos en dirección al otro vehículo.
La nota oficial precisa también que en el interior del automóvil siniestrado fueron halladas varias bolsas conteniendo numerosas monedas de 25 pesetas y alrededor de 60.000 pesetas en billetes "presuntamente robados en un bar de Beasain". Las diligencias sobre el caso practicadas por la policía autónoma fueron trasladadas ayer a la autoridad judicial.
Todos los ocupantes del coche siniestrado eran personas conocidas en la zona de Beasain, dándose la circunstancia de que la joven fallecida, Inmaculada Ruiz García, madre del niño Unai Sánchez, de un año de edad, también fallecido, era hija de un teniente de alcalde de dicha localidad guipuzcoana.
