Imelda Marcos anuncia que abandonará la política por ver afectada su credibilidad

Imelda Marcos, esposa del presidente de Filipinas (Ferdinand Marcos), gobernadora de Manila y número dos del régimen, anunció ayer que se retirará de la política activa y que no participará en las próximas elecciones parlamentarias de 1984. Imelda Marcos aseguró que había adoptado esta decisión porque su credibilidad se había visto dañada tras el asesinato del líder opositor Benigno Aquino.

La esposa del presidente Marcos realizó estas revelaciones ante un grupo de corresponsales extranjeros, a quienes aseguró que su decisión era "definitiva e irrevocable". Imelda Marcos dijo que, pese a su retiro de la política, su esposo continuará al frente de la presidencia filipina, ya que "se debe a los que le eligieron presidente en 1981".Estas revelaciones coinciden con la extensión de rumores de golpe militar en Filipinas y de una eventual renuncia a la presidencia de Ferdinand Marcos. Los rumores sobrevienen al mismo tiempo que centenares de templos católicos en todo Filipinas hicieron sonar sus campanas 21 veces el mediodía del lunes para señalar el comienzo de "cinco minutos de pausa-oración".

La medida, adoptada a propuesta del arzobispo de Manila, cardenal Jaime Sin, tenía por objeto protestar contra el asesinato del dirigente de la oposición filipina Benigno Aquino, que fue muerto a tiros en Manila en circunstancias no aclaradas el pasado 21 de agosto.

Más de medio millón de personas son esperadas mañana en Manila y en la segunda ciudad del archipiélago, Cebú, en el centro de Filipinas, para conmemorar la muerte de Benigno Aquino en una manifestación cuya duración ha sido prevista en cinco horas.

Una cifra nefasta

La cifra 21 posee una nueva significación en Manila, donde en los cafés, en las oficinas, las fábricas y las escuelas se le atribuye una influencia nefasta. El 21 de septiembre de 1972, mañana hará 13 años, fue impuesta la ley marcial todavía vigente en todo el país.Fuentes del semanario norteamericano Newsweek aseguran que hay un posible nexo entre el asesinato de Aquino y el Ejército filipino. Según las mismas fuentes, la mayor parte de los filipinos exculpa al presidente Marcos del citado asesinato.

Por otra parte, el Comité Ejecutivo del Parlamento filipino denegó ayer la dimisión del líder de la oposición Salvador Laurel, por considerar que su mandato electoral "es un contrato entre él y el pueblo". Un portavoz parlamentario dijo que la dimisión de Laurel ha sido cursada a un comité de estudio, después de que el partido gobernante, el Movimiento de la Nueva Sociedad, no se puso de acuerdo sobre lo que hacer al respecto.

Laurel, presidente del principal grupo de oposición, llamado Organización de la Unidad Nacionalista Democrática, dimitió la semana pasada de su escaño parlamentario en protesta contra la política del presidente Ferdinand Marcos.

A todo lo dicho hay que añadir la reciente petición de asilo en Australia de José Flor, ex agregado naval filipino en Canberra, quien aseguró que poseía informaciones fidedignas de que Aquino fue asesinado dentro de un vasto compló, impulsado desde altas esferas del régimen de Ferdinand Marcos.