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Ocho personas resultaron heridas al descarrilar el expreso Madrid-Algeciras

Ocho personas resultaron heridas, una de ellas de carácter grave, al descarrilar a primera hora de la mañana de ayer el expreso Madrid-Algeciras entre los kilómetros 411 y 412, en las inmediaciones de la estación de El Carpio, provincia de Córdoba.

A las 4.45 de la mañana del jueves, el expreso atravesó -se dice que a 100 kilómetros por hora- la estación de El Carpio, a 30 kilómetros de la capital, con un vagón ya descarrilado. Testimonios recogidos en el lugar señalan que en una curva situada unos 300 metros más abajo, en el comienzo de una zanja en la que la vía se introduce para pasar a bajo nivel la carretera nacional IV, los vagones encontraron freno al volcar sobre sus laderas la mayoría de las 14 unidades que componían el convoy. La fuerza centrípeta de la curva determinó en última instancia, según los expertos, el descarrilamiento de la mayoría del tren. La máquina y dos unidades, desenganchadas del resto, se detendrían 100 metros más adelante.Los heridos, con excepción del guardabarreras de entrada al pueblo, Francisco Méndez, fueron dados de alta después de ser asistidos de contusiones y lesiones leves por el servicio de urgencia de la ciudad sanitaria Reina Sofía de Córdoba. El guardabarreras quedó internado tras confirmarse la fractura de siete costillas y luxación de un hombro. Afortunadamente pudo salvar la vida, ya que, al descarrilar los vagones, algunos de éstos derrumbaron totalmente la casilla del servicio de guarda en el cruce a nivel. Los escombros tuvieron que ser levantados con grandes grúas. Testigos presenciales señalan que el funcionario de Renfe debió de advertir que el tren venía descarrilado por el chisporroteo de las ruedas en el balastro y en las traviesas, por lo que intentaría huir.

Durante todo el día de ayer, equipos de Renfe trabajaron para dejar expedita la vía, cuyas tareas continuaban a última hora. 400 metros antes de la estación, y casi a un kilómetro del lugar donde ocurrió el descarrilamiento, los servicios de inspección regional de Sevilla desplazados a El Carpio identificaron el lugar donde comenzó a producirse el accidente. Está situado en el cruce de vías donde nacen las de servicio de la propia estación. Allí miembros de Renfe encontraron roto un raíl. Aun cuando portavoces autorizados descartan la posibilidad de un sabotaje, ayer no había comunicado alguno sobre las causas del siniestro.

La observación del punto de descarrilamiento mostraba la falta de un trozo de raíl de unos 30 centímetros junto a una rotura con aspecto de ser antigua, dado el grado de oxidación de la pieza.

Una incógnita

"No sabemos si la rotura en el trozo de raíl que falta -que hemos cogido para estudios de laboratorio- se ha producido por la propia presión del convoy sobre la vía o si había saltado previamente y su falta motivó el descarrilamiento", declaró ayer a este diario el director de zona de Renfe, Antonio Villaronte, desplazado desde Sevilla. Este responsable anunció que la vía quedaría expedita en el curso de esta mañana. Por otra parte, el servicio de información de zona de Renfe dio a conocer que los 350 pasajeros que ocupaban el expreso habían sido transportados en autocares hasta Córdoba para proseguir viaje a sus destinos respectivos. El servicio de trenes diurnos se vio alterado por grandes retrasos, pero no fue interrumpido. Un puente por carretera desde Andújar y Montoro a la propia capital permitió el trasbordo a los distintos trenes.La inspección de zona, por otra parte, atribuía la escasa magnitud del accidente a la actitud del maquinista, asegurando que debió de frenar al advertir alguna anomalía en su marcha.

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