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Luis Olarra vende sus acciones a Aceriales

El consejo de administración de la empresa Aceriales, sobre la que se ha configurado la reestructuración del sector de aceros especiales, tuvo ayer una reunión en la que Luis Olarra, principal accionista de Olarra, SA, manifestó querer vender a Aceriales su participación en la empresa que lleva su apellido a un precio simbólico. Con esta decisión queda prácticamente completo el cuadro de empresas relacionadas con el sector de aceros especiales en las que Aceriales tiene los principales paquetes accionariales.La familia Olarra controla en la actualidad el 35% del capital social de Olarra, SA, y su valoración para la venta a Aceriales se hará estableciendo el valor medio de lo fijado para la adquisición de las acciones de las otras empresas que ya están integradas en Aceriales. Círculos cercanos a esta última sociedad estiman que el precio podría quedar fijado en torno al 10% del valor nominal de las acciones. La venta de este paquete accionarial significa que los derechos políticos y económicos pasan a manos de Aceriales y que cesa el actual consejo de administración de Olarra, SA, que será sustituido por técnicos cualificados nombrados por Aceriales.

La operación fue propuesta por Luis Olarra, quien había mantenido apartada a la empresa del proceso de reestructuración del sector. Desde hace un par de años las empresas de aceros especiales iniciaron un plan en tres fases, la última de las cuales se pondrá en marcha en los próximos meses. La primera fase suponía la realización de un ajuste previo en materia laboral, con reducciones de plantillas significativas, y en el terreno financiero.

La segunda fase consistió en aunar las políticas comercializadoras de compras y ventas de las distintas empresas mediante avales solidarios, fijación y mantenimiento de precios en el mercado interior, formación de una central de compras para todas las empresas y realización de una política exportadora conjunta. En estas dos fases, a punto de finalizar la segunda, la empresa Olarra no participó, lo que significa que en las próximas semanas se tendrán que tomar medidas en dicha empresa para ponerla en línea con el sector. La reducción de plantilla que se estima será necesaria se establece en unos 1.200 puestos de trabajo. La tercera fase será la puesta en marcha de toda una serie de inversiones tendente a ajustar la oferta de las empresas integradas a la nueva demanda.

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