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Cogida grave de un subalterno

Plaza de Sevilla, 23 de abril. Novillada de Feria.Novillos de Antonio Rubio, que resultaron mansos y peligrosos. El último fue apuntillado en el ruedo por cojo y sustituido por otro del mismo hierro, igualmente manso.

Antonio Camarena, oreja y ovación. Emilio Oliva, oreja y ovación. Riverito, silencio y palmas.

Al poco tiempo de comenzar la novillada un modesto banderillero, Antonio Pérez Marín, resultaba cogido de mala manera -de pronóstico grave- por el novillo de Antonio Rubio. Pero al novillero Antonio Camarena no le importaba el lance. Aunque su toreo resultó un tanto embarullado, Camarena sacó partido a su manera. Emilio Oliva tiene un toreo más fino, más reposado, de más temple. El chiclanero toreó en su primero con la mano izquierda con el primor de un alfarero de Triana. Riverito fue el más frío de la terna. Salió agarrotado por la responsabilidad y ésta le nubló las ideas.

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