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El fiscal portugués pide seis años de prisión para el sacerdote Fernández Krohn

El fiscal pidió ayer seis años de prisión para el sacerdote integrista español Juan Fernández Krohn, acusado de haber intentado asesinar al Papa el 12 de mayo de 1982 en el santuario de Fátima. La última sesión estuvo salpicada de incidentes -Krohn quiso quemar un retrato de Juan Pablo II- y el 2 de mayo próximo se conocerá la sentencia del tribunal.

Iniciado en octubre pasado, el juicio había sido suspendido porque el tribunal pidió que los psiquiatras se pronunciaran sobre la salud mental del acusado. Estos concluyeron que Krohn no presentaba ningún síntoma de enfermedad que le hiciera irresponsable de sus actos, pero llamaron la atención sobre su personalidad "compleja" y sus sentimientos religiosos exacerbados, que explicarían una "cierta incapacidad para controlar sus impulsos".Por estas razones y porque consideró que Krohn no llegó a empezar la materialización de sus intenciones homicidas, el fiscal rebajó la petición inicial, entre dieciocho y veinte años de cárcel, a un total de seis años. El abogado defensor, nombrado de oficio, afirmó que Krohn se había limitado a "simular teatralmente un intento de homicidio para atraer la atención" y pidió al tribunal su absolución.

Había poca gente ayer dentro y fuera del tribunal de la pequeña localidad rural de Vilanova de Ourem, donde se celebró el juicio, y esto a pesar de ser día de mercado.

Krohn intentó realzar el acontecimiento con una serie de gestos dirigidos a las decenas de periodistas presentes. Como en el juicio anterior, llevaba una sotana verde, que simboliza, según sus palabras, "la vida, la esperanza y la resurrección", mientras que el hábito negro le parece "símbolo del pecado y del retorno al paganismo".

Además, llevaba esta vez cruzado el pecho por un ancho fajín de satén color de sangre, que quiere representar "el manto que cubre y justifica a quienes en el mundo entero han derramado sangre en la lucha contra el comunismo".

Diatriba

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Krohn intentó variasveces y a gritos leer una declaración quetraía escrita en español, francés y en portugués. En ella denunciaba la incompetencia del tribunal para juzgar su "acto ritual de Fátima", inspirado por motivos estrictamente religiosos, y contestaba la autoridad de la justicia portuguesa, que dejó "impunes a los que, como Cunhal y Soares, entregaron el ultramar a dictadores sanguinarios".En plena audiencia, Krohn sacó un cartel en que el Papa aparecía al lado del símbolo comunista de la hoz y el martillo, e intentó pegarle fuego, gesto que fue rápidamente dominado por los policías que lo custodiaban.

De acusado, Krohn trató de transformarse en acusador de la jerarquía católica y del Papa, anunció su intención irrevocable de abandonar para siempre la Iglesia romana y llamó a los pueblos católicos a seguir su ejemplo.

Pero el tribunal no juzga ideas, por violentas que sean, y es convicción generalizada que Krohn saldrá en libertad dentro de pocos meses. La sentencia que será leída el 2 de mayo no excederá de dos años de cárcel y Krohn lleva cerca de uno en detención preventiva.

Además, se le aplicará la amnistía decretada con ocasión de la visita de Juan Pablo II . De todas mane ras, Krohn será expulsado de Portugal.

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