_
_
_
_
_

Decisión legítima

El jefe del Estado portugués sabe, y así lo dijo en su intervención del domingo, que su decisión de disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas será criticada por la actual mayoría parlamentaria, y tal vez malentendida fuera de las fronteras de Portugal, donde su condición de militar hace muchas veces olvidar su legitimidad de presidente elegido dos veces por la mayoría absoluta del electorado portugués, por sufragio universal y directo. Como lo reconocen hoy, unánimemente, en privado, muchos dirigentes de la propia mayoría y miembros del Gobierno, el presidente se limitó a asumir públicamente la responsabilidad de poner el punto final a la lenta agonía de Alianza Democrática.En su discurso, Eanes se refirió también a los costes de una campaña electoral en las presentes circunstancias nacionales e internacionales, pero entiende que ello es un mal menor en relación con la necesidad urgente de proceder a una clarificación política que permita dotar a Portugal de un Gobierno estable y respetado.

Más información
Pinto Balsemâo reasume la jefatura del Gobierno portugués hasta la celebración de las elecciones generales anticipadas

Las palabras de esperanza con que terminó su discurso son un acto de fe en la democracia. Con ellas, el general presidente no se limita a presentar su convicción de que, como las anteriores, la presente crisis tendrá un saldo positivo que aproxime aún más a Portugal a las "soluciones democráticas necesarias" para asegurar el progreso del país.

Promesa solemne

También formuló una promesa solemne de no interferir en las soluciones políticas que emerjan de las próximas elecciones: "No intervengo en contra ni a favor de nadie", dijo Eanes. Sí reconoció el progreso que significó, en un primer momento, la existencia de un Gobierno de mayoría gracias a la victoria electoral de Alianza Democrática, como también recordó el trabajo de recuperación económica y financiera y de pacificación social realizado por los Gobiernos socialistas.Salvo en materia de revisión constitucional, y de la ley de Defensa, donde se limitó a recordar divergencias entre sus posiciones y las del Parlamento para subrayar su respeto por la decisión del órgano soberano competente, Eanes no criticó ninguno de los aspectos concretos de la acción gubernativa de Alianza Democrática ni hizo suyas ninguna de las acusaciones frecuentes en los medios de la oposición, y hasta de la mayoría, contra el primer ministro.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_