'Las salvajes en Puente San Gil', una crítica todavía necesaria
Las salvajes en Puente San Gil es una obra de Martín Recuerda (1963) que se estrenó en el teatro Eslava, tuvo un gran éxito y gozó del entusiasmo intelectual. Era justo. Una obra muy crítica, muy desgarrada, muy apasionada contra el pío y feroz conservadurismo a la española. Martín Recuerda es, como él dice algunas veces, españolísimo, y por tanto, detesta los vicios oscurantistas que se presentan como españolismo.Las salvajes son las chicas de una compañía de revista que llegan a un pueblo áspero y se encuentran asaltadas, al mismo tiempo, por la represión de las fuerzas vivas y por la sexualidad de los mozos, que son, a su vez, víctimas-actores de esa represión. Una obra suelta, libre, gritada, indignada, valiente.
Vamos a ver qué queda de ella veinte años después en la versión que da Televisión Española con la realización de Sergio Schaaf. Tenemos la tendencia a creer que España se ha saneado en este tiempo, sobre todo los que vivimos en medios, profesiones o ciudades más liberados. Es verdad sólo en parte. Baste leer algunos periódicos, escuchar algunos púlpitos, estremecerse ante ciertos dirigentes políticos -aún parlamentarios y con esperanzas de poder futuro- o meterse por alguna España lejana para encontrarse con el mismo ánimo dispuesto a saltar.
Hay que reconocer que la televisión, aun en sus peores épocas -peores de represión, de censura o de vigilancia-, ha contribuido, incluso sin quererlo, a abrir algunas ventanas, que el turismo ha hecho algo también, y que, sobre todo, la resistencia de las víctimas, de los salvajes, a veces de un profundo heroísmo civil, ha contribuido a suavizar las situaciones. Pero todavía hasta las personas que consideramos más libres nos sorprenden de repente con alguna manía represiva. Y los viejos lobos siguen al acecho.
No es malo, sino muy conveniente, que reaparezcan Las salvajes en Puente San Gil en este medio que es la televisión (independientemente de la calidad de la dramatización, de la interpretación, escenografía, etcétera, que ya se verá). Puede ir más allá del recuerdo de un éxito, de su mera virtud teatral: puede ser, todavía, socialmente importante.
Las salvajes en Puente San Gil se emite a las 21.30 por la primera cadena.
