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Triunfo del Athlétic de penalti y en el minuto 91

El Athlétic consiguió en tres minutos lo que no supo hacer en 88. El equipo de Clemente sorprende por sus resultados y por su pobre fútbol. Ayer en algunas fases le superó claramente el Valencia y eso es para preocupar a cualquier equipo de Primera División.Clemente, aunque no le gusta dar la razón a nadie, tendrá que ir pensando en buscar otro lanzador de penaltis. Los fallos de Dani en esta especialidad van en progresión, y no está el fútbol español para desperdiciar goles, que a menudo son puntos. Además, que te piten fuera de casa dos penaltis a favor sólo lo hace Soriano Aladrén.

A partir del penalti fallado (minuto 8), el partido estuvo revuelto. Numerosos fallos en la entrega, en la recepción y hasta en el despeje. En esto último se llevó la palma el centro de la defensa bilbaína, Liceranzu-Goicoechea. Pero el Valencia tiene una serie de vicios contraídos diriciles de erradicar, como la individualidad de Kempes, empeñado en el túnel permanente, o el aislamiento de Solsona que, por mucha técnica que tenga, la emplea en contadísimos momentos.

Entre el barullo de fallos y la buena voluntad por ambas partes, Welzl tuvo en el minuto 19 la gran ocasión de marcar, pero su cabezazo cayó en la manos de Zubizarreta. Fue la única oportunidad clara. El Athiétic, nada brillante, controló la situación en el campo, con el pivote de De Andrés para achicar huecos donde hacía falta y el buen trabajo de Gallego.

En el segundo tiempo el Valencia salió con menos ánimo. Sin embargo, aprovechó por fin uno de los incontables agujeros que se hicieron en el centro de la.zaga bilbaína. Y aquí acabó todo. se olvidó la pasión, la precipitación, con sus virtudes y sus defectos, y se entró en una calmachicha de la que participó el Athlétic.

Con el resultado a favor se comprobó los justitos que están los jugadores valencianistas. Dos puntos no los consiguen todos los días, y se dedicaron a congelar y a retrasar el balón, con el beneplácito de su público. En este aspecto demostraron toda su veteranía.

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