La CSCE aplaza su reunión de Madrid en plena divergencia Este-Oeste
La Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) de Madrid aplazó ayer sus trabajos hasta el próximo 8 de febrero, una vez que los países del Este desistieron en su propósito de conseguir un pequeño documento firmado sobre la "utilidad" de esta sexta fase de la reunión de Madrid, al que se oponía Occidente y que podría haber provocado un retraso en la clausura.La CSCE llega a esta su tercera pausa navideña sin ningún tipo de acuerdo y, como ha resaltado el delegado-jefe español, Juan Luis Pan de Soraluce, dependiente "de los acontecimientos externos".
La sesión de despedida de ayer estuvo marcada, sin embargo, por una dura intervención del embajador austríaco, Franz Ceska, quien criticó indiscriminadamente a los países occidentales y de la Europa oriental por sus continuas disputas, que han erosionado el documento-base de la presente conferencia, RM/39.
Sin embargo, Pan de Soraluce, en su intervención de ayer, la segunda desde la reanudación de esta fase el pasado mes de noviembre, dijo que el RM/39 no puede considerarse "un texto bíblico", y, por tanto, reformable en aspectos que no han sido unánimemente aceptados.
Pan de Soraluce seguirá representando a España en la CSCE a partir del próximo mes de febrero, una vez que el ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, le ha ratificado su confianza y le ha asegurado personalmente que estaba de acuerdo con la línea diplomática que ha seguido.
A pesar del clima "exento de polémica" en la CSCE, la reunión de Madrid parece encaminarse hacia un callejón sin salida, y por tal motivo diversos delegados han comentado que la próxima fase -de febrero de 1983 hasta las vacaciones de Semana Santa- puede ser decisiva para concluir la reunión con un acuerdo, o constatar oficialmente su fracaso.
