Odón Alonso dirige a los niños en el estreno en España de la Ópera 'El diluvio de Noé', de Benjamin Britten
Los próximos días 18 y 19 de diciembre, sábado y domingo, la Orquesta Sinfónica y Coro de Radiotelevisión Española desarrollará en el Teatro Real de Madrid un concierto extraordinario, con el estreno en España de la ópera infantil Noye's Fludde (El dilivio de Noé), de Benjamín Britten. Odón Alonso dirigirá la obra, una de las más ambiciosas de su autor en este género. Además de siete miembros profesionales de la Orquesta y el Coro de RTVE (este último canta el equivalente a los himnos de la congregación de rieles en las iglesias sajonas) intervienen 187 personas entre recitador, que es el conocido actor Narciso Ibánez Menta; solistas y las cincuenta voces infantiles del coro Itxas Soinua, de Lekeitio, que dirige Gorka Sierra.
Esta especie de cantata o milagro representado de Britten supone para Madrid una experiencia realmente excepcional. Nunca hemos visto en nuestra capital un conjunto de estas características. Pensemos que a la interpretación de Noye's Fludde van a concurrir, además de la extensa participación vocal, 135 instrumentistas jóvenes y niños procedentes de diversos centros de enseñanza musical privados, municipales y estatales.Si tantas veces se oye hablar de crisis en el campo instrumental, no hay duda de que estamos ante un acontecimiento de inusitada proyección cara al futuro.
Durante las últimas semanas, todos los niños seleccionados -entre los que se encuentran los hijos de conocidas personalidades de nuestro mundo musical- han ensayado la dificil partitura. Porque una de las notas más sorprendentes de este empeño ha sido la seriedad de la respuesta infantil ante las exigencias de la obra. Los solistas vocales, por ejemplo, cantan partes francamente difíciles. Destaca entre ellos el joven Santos Ariño, reciente ganador del Premio Plácido Domingo al mejor intérprete de música española en el Concurso Francisco Viñas.
Versión original
Conviene insistir en el hecho de que la partitura de Britten no va a tocarse en versión facilitada, sino tal como fue escrita por el ilustre autor de Peter Grimes. Y el gran músico inglés supo escribir una obra que pide el máximo esfuerzo a los niños, forzando hasta el límite las posibilidades técnicas del joven instrumentista.36 violines, 10 violas, 10 violonchelos, 16 carillones, 5 percusionistas, 14 trompetas y ¡44! flautas de pico han excedido con mucho la solicitud de intérpretes juveniles que Odón Alonso hizo para esta obra y ponen de manifiesto la vitalidad de la moderna pedagogía musical en Madrid, donde tantas iniciativas no estatales vienen supliendo las carencias y condicionamientos de la abrumada enseñanza oficial.
Britten no ideó su obra para que la oyesen los niños y la interpretaran adultos profesionales, como es lo habitual. Noye's Fludde Op. 59 (1958) es una pieza en la cual unos pocos profesionales de la música, solistas vocales e instrumentales, son absorbidos prácticamente por una masa de niños que cantan y tañen variados instrumentos. Y lo hacen sin ñoñería, porque la música de Britten tiene toda la intensidad y el bien hacer, en cada caso, de que era capaz un artista en cuyo haber se cuentan composiciones admirables para simples aficionados, jóvenes estudiantes y niños.
Todo está ya preparado. El pequeño grupo de solistas profesionales ha realizado numerosos ensayos, codo a codo con los chicos, en un esfuerzo digno de todo elogio y respeto, como el que han desplegado para la ocasión los funcionarios responsables de la Orquesta Sinfónica y Coro de RTVE. Y, por encima de todos, Odón Alonso, ese maestro siempre admirable, capaz de llevar a feliz término tan compleja y arriesgada misión.
No es la primera vez que el director Alonso acomete empresas vanguardistas. A lo largo de su carrera la música actual le ha ocupado de manera preeminente. Ha estrenado la mayor parte de las obras que los compositores españoles de varias generaciones han compuesto en los últimos años. Precisamente por su labor de difusión de los compositores franceses en España ha recibido la orden de las Artes y las Letras del Ministerio de Cultura de Francia.
"He hecho mucha música de vanguardia", reconoció recientemente en una entrevista. "He renovado tanto el reportorio, siempre pensando en la juventud, que supuse que contaría siempre con el reconocimiento de los jóvenes". Defensor de tal postura y crítico de públicos que no saben entender la música moderna, Alonso piensa que la gente se altera mucho con la música de vanguardia.
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