_
_
_
_
_

Albania rechaza el acercamiento que le propone la Unión Soviética

La Albania del estalinista Enver Hoxha, que el año 1968 abandonaba el Pacto de Varsovia tras haber privado seis años antes a la Unión Soviética de su base de submarinos en el Mediterráneo, ha respondido con rotundos noes a la oferta de relaciones diplomáticas que Moscú le hizo hace dos semanas, por medio de un editorial aparecido en el órgano oficial albanés, Zeris i Popullit."Nuestro país no mantuvo ninguna relación ni con Jruschov ni con Breznev, ni lo estará con Andropov ni con nadie que se ponga al frente de la revisionista Unión Soviética", decía el Zeri i Popullit en las mismas columnas en las que, según detallados análisis de estilo y contenido, suele escribir el ex periodista que es Enver Hoxha.

Entre la oferta de relaciones que lanzó Pravda y esta negativa albanesa ha transcurrido el tiempo suficiente como para que Hoxha acotara el tema y decidiera no limitarse a dar la callada por respuesta.

Entre tanto, el ministro de Defensa de Estados Unidos, Caspar Weinberger, había estado en Yugoslavia, teniendo que haber abordado con sus anfitriones yugoslavos el tema de los focos de inestabilidad del polvorín balcánico, Grecia y Turquía, y el también delicado de la sucesión albanesa, dado que Enver Hoxha ya cuenta con 74 años de edad.

En su discurso del 10 de noviembre, Hoxha advertía a Estados Unidos que dejara de jugar con Albania, frase que era recogida por el diario oficialista yugoslavo Borba como un deseo de que Washington dispensara menos favor a Yugoslavia y tuviera en cuenta los intereses históricos de Albania.

Este país y Yugoslavia están enfrentados por el apoyo que presta Tirana al nacionalismo de las minorías albanesas en Yugoslavia, que quieren constituirse en séptima República de la Federación yugoslava, con derecho a la secesión.

La Unión Soviética lanzaba su ráfaga diplomática de oferta de relaciones diplomáticas durante un período de oscuros ajustes de cuentas con los partidarios de Mehmed Shehu, número dos de Hoxha durante más de treinta anos, que, tras su extraño suicidio de hace un año, se convirtió en enemigo número uno del régimen. Fue acusado, a título póstumo, de espía de Moscú, Washington y Belgrado.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_