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Más de 100 muertos en la explosión del cuartel general israelí en el sur de Líbano

La radio estatal israelí anunció ayer, citando fuentes militares, que el balance, aún provisional, de la explosión del coche-bomba ante el edificio del cuartel general israelí del sur de Líbano, en la ciudad de Tiro, asciende a 73 muertos, 48 de ellos israelíes y veinticinco entre libaneses y palestinos, así como sesenta desaparecidos judíos. Otros veinticinco israelíes están heridos.

Las fuerzas sirias y palestinas estacionadas en el valle de la Bekaa fueron puestas en estado de alerta por sus mandos, a la espera de algún acto de represalia por parte de las tropas judías.Los socorristas continuaron ayer los trabajos de rescate para intentar sacar de los escombros del desguazado edificio de ocho plantas cadáveres o cuerpos con vida, pero quedaban pocas esperanzas de encontrar más de los cuatro supervivientes hallados ayer. Se trata de la jornada más luctuosa para Israel desde el inicio de la invasión judía de Líbano.

Las medidas de seguridad en todo el sur de Líbano, y especialmente en la localidad de Sidón, han sido espectaculares tras la explosión. Unas ochocientas personas han sido detenidas y están siendo interrogadas en Tiro para esclarecer lo sucedido.

El primer ministro israelí, Menájem Beguin, que efectúa una visita privada a EE UU, declaró en Nueva York que "estos crímenes no harán vacilar la decisión israelí de mantenerse en Líbano todo el tiempo que sea necesario".

Diversas hipótesis

Los diarios israelíes formulan varias hipótesis sobre las circunstancias del atentado. El rotativo Yedioth Aharonoth opina que el atentado denota un extraordinario nivel profesional, aunque no descarta la hipótesis de un accidente.Los editorialistas subrayan que el terrorismo ha restablecido ya sus bases en el sur de Líbano, bajo la mirada del Ejército israelí. El influyente periódico Haaretz sostiene que el atentado demuestra que el Ejército israelí está "empantanado en Líbano".

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El ministro israelí de Defensa, Ariel Sharon, declaró a los corresponsales de Prensa israelíes que "ni un solo soldado israelí permanecerá en Líbano cuando las medidas de seguridad exigidas por Israel sean adoptadas, de acuerdo con el Gobierno libanés".

Por otra parte, Ronald Reagan, rechazó ayer la idea de imponer sanciones a Israel por la persistencia de Tel Aviv en seguir su política de asentamientos judíos en los territorios ocupados. "No sería una buena diplomacia", dijo Reagan, para quien la implantación de nuevas colonias es "un obstáculo" pero replicarlas con sanciones y no mediante negociaciones sería "ineficaz".

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