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Tribuna:TRIBUNA LIBRE
Tribuna
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El desafío económico del nuevo Gobierno boliviano

El pasado día 10 de octubre asistimos a un hito histórico dentro del marco político del pueblo boliviano. Por primera vez en la historia, contemplamos el surgimiento de un fenómeno vital en el desarrollo democrático de este país andino. No deja de ser un hecho insólito el que las fuerzas armadas de la nación, ante su impotencia para desbloquear su iislamiento internacional y reactivar la economía interna, hagan entrega del poder a los representmtes que el pueblo eligió, hace dos años, en las urnas.La situación socioeconómica en la que se encu,entra el país es caótica. El fuerte endeudamiento exterior ( 4.000 millones de dólares); los altos índices de desempleo y una inflación de¡ orden del 780% en este año; el congelamiento de los salarios; la cotización del estaño (principal fuente de la economía del país), que en el último semestre sufrió la más importante baja en toda su historia después de la segunda guerra mundial; la represión política y sindical; el tráfico de drogas, son el reflejo de la crítica realidad que el nuevo Gobiemo afrontirá.

Para solventar el problema de la deuda externa, la UDP propugna una renegociación en función de los intereses de Bolivia y no en ,complicidad con sus acreedores. En este sentido, el Gobierno pretende refinanciar compromisos a corto plazo en concepto del servicio de la deuda extema en términos de largo plazo y a tasas de interés menores. El Gobiemo, como primera medida, iniciará negociaciones inmediatas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para lograr un respaldo financiero, solicitando un empréstito de quinientos millones de dólares, aproximadamente, y así dar. salida a la difícil situación financiera por la que atraviesa el país.

Nacionalización del Estado

La nacionalización del Estado. supone la reorganización del uso de los recursos estatales, poniendo los mismos al servicio de las clases nacionales y dirigiéndolos al más rápido y pleno desarrollo de la economía de liberación nacional.

Ello requiere -afirma la UDP- la institución de una poderosa autoridad de planificación y decisión económica: el Consejo Nacional de Recuperación Económica, que agrupará a los organismos pertenecientes a Coneplan (institución encargada de la planificación del Estado), la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, la Central Obrera Boliviana y la Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos de Bolivia, así como a representantes de la universidad y la Prensa.

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La moralización de las responsabilidades públicas y privadas pasa por la instrumentación de factores que permitan recuperar para el ciudadano común su fe en la justicia y la equidad. Con este objeto, el Gobierno renovará el poder judicial, defendiendo y desarrollando su independencia real y dotándolo de los recursos indispensables para el cumplimiento de su misión.

El Gobiemo de UDP concreta su política de recuperación económica en dos grandes bloques: a nivel sectorial y planteamientos a corto y medio plazo. El sector minero deberá enfrentarse a la difícil situación de¡ mercado mundial de minerales y la persistente disminución de la producción interna. Como uno de los puntos centrales de la política a desarrollar por la UDP en este sentido se encuentra la defensa de los precios de las materias primas y la búsqueda de nuevos mercados de exportación y de mejores condiciones de comercialización.

Recuperación económica

El acuerdo de recuperación económica en la industria deberá superar la grave situación, configur ada por un mercado intemo deprimido, debido a la drástica reducción de la demanda efectiva, la aguda elevación de costes y la baja sustancial de los niveles de rentabilidad. Este acuerdo está orientado, fundamentalmente, a lograr la plena utilización de la capacidad instalada en el sector, contemplando, además, un programa de refinanciamiento selectivo para reactivar la economía de las empresas, dotándolas de capital de operaciones.

Con respecto al comercio, el acuerdo tendrá como objetivo prioritario garantizar el abastecimiento regular de artículos de primera necesidad. Se llevarán adelante convenios de provisión con el sector industrial y se establecerán reglas en el orden monetario y en el suministro de divisas para importaciones.

En cuanto al sector agrícola, se buscará lograr un volumen creciente de alimentos para los medios -urbanos y rurales, tratando de evitar el desempleo y atenuando las presiones sobre las divisas. El desarrollo del sector energético deberá enmarcarse en el Plan Nacional de Energía, que se estable cerá en el primer año de labor gu bernamental.

Este plan servirá de instrumento-guía en la recuperación del ent nacional YPFB (Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos) y de aseguramiento de adecuados niveles de extracción y suministro de energía.

Dentro de la política de recuperación económica a corto y medio plazo que el Gobiemo constitucional pretende desarrollar se engloban los siguientes campos: política precios, de salarios y el estímulo de las exportaciones.

En política monetaria, la UDP propone una racional utilización de la oferta monetaria, en el sentido de orientar dicha oferta a estimular las actividades económicas.

En política fiscal se pretende crear un nuevo sistema impositivo, estableciéndose controles para evitar la evasión fiscal y para que los sectores sociales más beneficiados cumplan de manera efectiva sus obligaciones tributarias.

Las líneas de actuación del Gobiemo en cuanto a política cambiaria se basarán en la eliminación del cambio flotante del dólar y la instauración de un cambio fijo con variaciones programadas. Variaciones que deberán realizarse considerando el aumento relativo del índice de precios interno, la situación de la balanza de pagos, el incentivo de las exportaciones, la protección a la industria nacional y el estímulo a proyectos intensivos en mano de obra.

Una ardua tarea

Para el nuevo Gobierno, la fijación de precios deberá ser la determinada por los efectos de la política de recuperación económica, las llamadas leyes de oferta y demanda y la realista protección en los artículos de primera necesidad.

La intensa y persistente disminución del poder adquisitivo de los salarios obliga a fijar una política salarial fundamentalmente orientada a la manutención y expansión del poder adquisitivo de los mismos y a la mejora del nivel de vida de obreros y campesinos.

Este es, a grandes rasgos, el programa que pretende llevar adelante el Gobiemo electo de la UDP. Ardua tarea, sin duda, es la conso'Iidación del régimen democrático, por lo que se hace necesaria una solidaridad internacional basada en un apoyo real. Esta misma solidaridad, que ha sido uno de los factores determinantes para que los militares se retiren a sus cuarteles, debe hoy contribuir a la superación de la crísis económica, superación que lograría el fortalecimiento de la naciente democracia boliviana. La pretensión del nuevo Gobierno es terminar cop la sucesión de golpes militares que han marcado la historia de Bolivia. Tal vez un sueño, pero es el sueño de todo un pueblo.

Juan Burgos Barrero es un periodista boliviano residente en Madrid.

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