Campaña de la enseñanza privada
Acaba de llegar a mis manos, a través de la guardería infantil a la que va mi hija, el folletín que ha lanzado Martínez Fuertes, presídente de la Confederación Española de Centros de Enseñanza, y también leo en EL PAÍS que este mismo señor ha dicho que la campaña de su organización no había tenido carácter político, sino informativo. Evidentemente, el patrón de la enseñanza miente, pues expone lo que a su entender tienen de positivo los programas los partidos de derechas y de negativo los de izquierdas, ocultando todo aquello que a un padre podría llevar a votar a éstos: financiación prioritaria de los sectores más necesitados, creación de centros suficientes que garanticen el principio de gratuidad, programa de escolarización de los niños de cuatro y cinco años, compensación de la desigualdad social mediante redistribución territorial de los centros, evitar la descompensación existente consecuencia de las diferencias socioeconómicas, actualización del profesorado, etcétera. Todo el problema de la enseñanza no es la dicotomía escuela públicaprivada.No, Angel Martínez Fuertes, no; usted no pretendía informarnos para que votásemos libremente: estaba en campaña electoral y buscaba el voto para los partidos que representan sus intereses. Su finalidad era política e interesada. /
