Estados Unidos y la RFA exigen cambios en la política económica de México
Estados Unidos y la República Federal de Alemania (RFA), los dos principales acreedores de México, exigieron ayer públicamente cambios profundos en la política económica mexicana y la adopción de un programa de austeridad como condición previa para el desbloqueo de nuevas ayudas financieras al país azteca.Dos altos funcionarios de los países citados convirtieron, de esta forma, en un problema público lo que han sido tensas negociaciones secretas con el ministro de Finanzas mexicano, José Silva Herzog, en las reuniones paralelas a la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional que se celebra en Toronto.
Según los dos funcionarios, el presidente mexicano, López Portillo, se encuentra boicoteando todo tipo de solución racional al problema de la falta de liquidez del país azteca, que antes del próximo 24 de noviembre debe pagar más de 2.800 millones de dólares a sus acreedores internacionales. Ante esta terca posición, México vio ayer congelados formalmente el crédito extraordinario de 1.850 millones de dólares que le ha prestado el Banco Internacional de Pagos de Basilea y otro de 4.000 millones de dólares que le iba a conceder el FMI.
"Es la situación más grave que he visto en mis veinte años de experiencia", declaró a EL PAIS el gobernador del Banco de España, José Ramón Alvarez Rendueles. "No tengo ni idea de lo que puede hacer ahora México", añadió.
La negativa de López Portillo a colocar su economía bajo supervisión de sus principales acreedores deja momentáneamente a este país sin los recursos necesarios para pagar sus deudas, tanto a los bancos privados como a los organismos internacionales. Las repercusiones sobre algunos países, como España, son evidentes.
