Investigación en Francia sobre la ayuda a Argentina durante la guerra del Atlántico sur
El ministro francés de Defensa, Charles Hernu, ha ordenado una investigación que deberá confirmar o desmentir la acusación británica según la cual Argentina recibió ayuda tecnológica e industrial de los franceses durante la guerra de las Malvinas. Y esto, a pesar del embargo total de toda ayuda a los argentinos decretado por los europeos en señal de solidaridad con el Reino Unido.Fue el periódico Sunday Times, de Londres, quien reveló el domingo esta noticia, gracias a las declaraciones que le ofreció el responsable del equipo técnico francés, Hervé Colen. Este último, afirma que él y sus colegas continuaron colaborando con los argentinos en la colocación de los misiles Exocet en los aviones Super Etendard.
Dichos artefactos fueron los que destruyeron dos unidades de la Marina británica: el destructor Sheffield y el navío mercante Atlantic Conveyor. Sin la ayuda de los técnicos franceses, "esos misiles no hubiesen podido ser disparados", afirma el responsable, Colen, empleado de la firma Dassault, actualmente nacionalizada. Añade, igualmente, que durante toda la contienda angloargentina se mantuvo en contacto con su empresa y que en ningún momento recibió orden de retirarse.
La ayuda de los técnicos franceses transgredió, en consecuencia, el embargo ordenado por los aliados europeos del Reino Unido, y que prohibía todo tipo de colaboración con los argentinos. El ministro francés de Defensa reaccionó inmediatamente ayer en sentido contrario, asegurando que, en su día, fueron dadas todas las órdenes oportunas para que se respetase el embargo.
A pesar de ello, anunció el inicio de una investigación para esclarecer los hechos. Al principio de la guerra de las Malvinas, técnicos franceses se encontraban en Argentina, y nada confirma hoy, en esta capital, que retornaran a Francia tras el embargo. Se anota que la adaptación de los Exocet es compleja, y que necesita de una experiencia que les falta a los técnicos argentinos. El Exocet es fabricado por la sociedad nacionalizada Aerospatiale, dirigida por el general Jacques Mitterrand, hermano del presidente de la República.
