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Cambios inminentes en el Consejo de Administración de Banca Catalana

Juan Alegre Marcet, presidente de Fuerzas Eléctricas de Cataluña (FECSA), parece ser el principal inspirador del grupo de personalidades que entrarán a formar parte del consejo de administración de Banca Catalana, a partir de la celebración de la junta general de accionistas que se celebrará el próximo día 29. Los representantes de las cajas catalanas de los que se habla como integrantes del nuevo consejo han desmentido tal posibilidad señalando que para las cajas no tiene sentido una representación minoritaria en un banco.

Círculos próximos a Banca Catalana manifestaron que los últimos rumores han perjudicado sensiblemente la imagen del banco que se está reconstruyendo a partir de la decisión de ampliar recursos y del apoyo decidido de instituciones públicas y de las cajas catalanas. En ese sentido, han confirmado que Juan Alegre Marcet inspira el nuevo grupo de consejeros, junto con otras personalidades catalanas. Las fuentes no se han pronunciado sobre los rumores existentes en torno a la sustitución del actual presidente del consejo de administración, Raimón Carrasco Azemar, afirmando que "aunque habrá salidas en consonancia con las entradas" todavía no se ha decidido a quienes afectarán.Lo que sí es seguro, aunque tampoco han querido concretar la forma, es el intento de desvinculación accionarial existente entre Banca Catalana y el presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, que "ha perjudicado a ambas partes en la última semana y podría volverlo a hacer en un futuro".

La operación, que culminará con los nuevos nombramientos para el consejo de administración, consiste básicamente en una ampliación de recursos de la entidad para hacer frente al saneamiento de la misma que se vio resentida hace una semana cuando salieron a la luz rumores sobre una posible suspensión de pagos. Tales rumores fueron desmentidos de forma inmediata por el Banco de España y por la Generalitat que salieron en defensa del grupo Banca Catalana.

La ampliación, por valor igual a los recursos propios con que cuenta la entidad en estos momentos -5.700 millones de pesetas-, puede realizarse mediante una operación mixta en la que una parte se cubrirá con una ampliación de capital y el resto mediante una emisión de bonos.

De esta forma se logra comprometer a las cajas de ahorro catalanas en la operación de saneamiento sin necesidad de que el Banco de España tenga que modificar su actual decisión que limita la participación accionarial de cualquier caja en un banco hasta un máximo del 10% del capital social.

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