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La princesa Margarita

hermana de la reina Isabel II de Inglaterra, ha estado a punto de echar a perder los trabajos de un laboratorio farmacéutico de Plymouth, en el suroeste del país, por su coquetería. A pesar de la petición expresa que se le hizo para que vistiese una indumentaria completa de protección para visitar una zona esterilizada del centro, Margarita se negó a colocarse un gorro en la cabeza bajo el pretexto de que se estropearía su peinado. El director del laboratorio dijo que la princesa había aceptado colocarse un vestido, una blusa, una máscara y unos zapatos esterilizados pero se negó a ponerse el casco a la cabeza. La colección de pruebas de sangre en experimentación, señaló más tarde el director, no sufrieron, afortunadamente, ninguna contaminación.

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