Libertad provisional para el capitán Román, de la Guardia Civil, procesado en el 23-F
El Consejo Supremo de Justicia Militar acordó ayer conceder la libertad provisional al capitán de la Guardia Civil Francisco Ignacio Román, uno de los 33 procesados por el fallido golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. El fiscal pide para este capltán la pena de un año y seis rrieses de prisión -la menor de las solicitadas-, cumplida ya en gran parte, puesto que su arresto se produjo el mismo día del asalto al Congreso de los Diputados.A partir de ahora, el capitán lgnacio Román podrá residir fuera del Servicio Geográfico del Ejército, lugar donde se celebra la vista de la causa, piero está obligado a asistir a las sesiones del juicio.
Francisco Ignacio Román estaba destinado el 23 de febrero del año pasado en la Academia de Tráfico, y fue el capitán que se su bió a los autobuses sin slaber adónde iban. Al llegar a la plaza de Neptuno, y sin orden alguna empezó a formar un cordón de se guridad en las proximidades del Congreso. Momentos después fue arrestado por el director general de la Guardia Civil y conducido a la Dirección General.
El Consejo Supremo de Justicia Militar se ha acogido para tomar esta determinación al artículo 690 del Código de Justicia Militar, que indica textualmente que "cuando no resulten indicios de culpabilidad que justifiquen la prisión o se desvanezcan los que hubiesen dado lugar a ella se decretará por el instructor o se propondrá a la autoridad judicial, según proceda la libertad provisional del procesado".
Por otra parte, el Consejo de Ministros, convocado para las diez de la mañana de hoy, tiene en el orden del día el nombramiento del nuevo capitán general de la I Región Militár, con sede en Madrid, en cuyo mando acaba de cesar el teniente general Guillermo Quintana Lacaci, al cumplir la edad reglamentaria. En este tema se han puesto de manifiesto las discrepancias entre los ministros. El titular de Defensa, Alberto Oliart, parece apoyar la candidatura del teniente general Gerardo Mariñas, mientras que otros miembros del Gabinete preferirían que el nombramiento recayera en el también teniente general Sáenz de Santa María.
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