Pediatras españoles pedirán la supresión de publicidad en los programas infantiles
La Sociedad Española de Pediatría elevará a la dirección del Eiite Público de RTVE un informe en el que se incluirá la petición de que sean suprimidos los anuncios en los programas infantiles. La misma petición será trasladada, en su día, a las empresas privadas de emisión televisiva. Esta decisión fue adoptada el pasado viernes en el curso de una mesa coloquio sobre Pediatría y medios de comunicación social, celebrada en el Colegio Oficial de Médicos de Madrid.La mesa coloquio estuvo orgaiiizada por la Sociedad Española de Pediatría y formaron parte de la misma Blanca Alvarez, jefa de programas infantiles de TVE; Mercedes Milá, directora del programa informativo-educativo Queremos Saber, de la cadena SER; Carlos Cobo Medina, jefe de la unidad de Paido-Psiquiatría de la residencia sanitaria de La Paz; y José Luis Pedreira, jefe de la unidad de Psiquiatría y Psicología del Hospital del Niño Jesús.
Blanca Alvarez, entre otras cosas, expuso el interés de su departameiito por mejorar la programación infantil progresivamente, de acuerdo con los medios de que se dispone, con las experiencias obtenidas en el exterior y con los estudios realizados por TVE, cada vez más rigurosos, en este campo.
Mercedes Milá centró su exposición, principalmente, en una experiencia coiicreta, la de un niño enfermo que produjo un impacto espectacular en la audiencia radiofónica. Mercedes Milá hizo hincapié en las posibilidades que ofrecen medios como la radio, en directo, para lograr una intercomunicación entre los seres humanos.
El doctor Pedreira basó su intervción en la incidencia que la publicidad en medios audiovisuales ejerce sobre los niños, especialmente la televisión. El doctor Cobo, sobre este mismo teina, destacó la potenciación de psicopatologías, si no su creación, por efecto de mensajes televisivos, no sólo a través de los anuncios.
En el coloquio, las intervencioiies matizaron los problemas que, para los niños, encierra, sobre todo, la publicidad, orientada por medio de un lenguaje que limita las posibilidades de respuesta del niño, principalmente hasta la edad de seis años. Como consecuencia de este análisis se acordó solicitar la superesión de publicidad en los programas infantiles.
