_
_
_
_
_

La Conferencia de Madrid, nuevamente bloqueada

El enfrentamiento Este-Oeste provocó ayer el total estancamiento de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), al no haber consenso sobre el programa de la próxima semana. El hecho se produjo en el primer aniversario de la fecha (5 de marzo de 1981) que se fijó inicialmente la finalización de la Conferencia.La sesión plenaria continuó durante toda la tarde de ayer y era previsible que se recurriese a la argucia diplomática de "parar los relojes a medianoche", con el propósito de mantener la reunión oficialmente dentro del día 5 de marzo.

La delegación austriaca calificó la situación de "absurda" y recordó el espectáculo del pasado 9 de febrero, cuando se impidió el uso de la palabra a varios ministros de Asuntos Exteriores occidentales por motivos de reglamento interno de la Conferencia. Aquella vez el presidente de la reunión era polaco y ayer presidía un checoslovaco.

La ruptura del consenso que se mantenía en estas últimas semanas sobre el plan de trabajo propuesto siempre por Suiza, estuvo provocada por el deseo de los países occidentales -entre ellos España- de convertir todas las reuniones de la CSCE, en sesiones plenarias, en tanto los soviéticos y sus aliados son partidarios de mantener los programas como hasta ahora, reuniones de jefes de delegación, grupo de redacción y dos plenarios semanales.

Este conflicto es la desembocadura lógica de las posiciones irreconciliables entre Estados Unidos y la Unión Soviética, secundados por sus respectivos aliados, acerca de si la CSCE debe interrumpir sus trabajos por motivo de la situación creada en Polonia o dejar al margen el caso polaco y negociar sobre la base del documento redactado por los países neutrales.

Ante la imposibilidad de ponerse de acuerdo sobre un aplazamiento, por la negativa de los soviéticos, los países occidentales han explicado que no negociarán una sola palabra y utilizarán los plenarios para criticar a la Unión Soviética lo que consideren oportuno.

La situación creada ayer en la CSCE demuestra el diálogo de sordos imperante, pero también la voluntad de todas las partes de no romper definitivamente la conferencia de Madrid. Así, en medio de los más feroces reproches, nadie se refiere a la necesidad de cerrar el proceso de Helsinki.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

A pesar de la falta de entendimiento, la eventualidad de un aplazamiento de la Conferencia parece cada día más lejana, ante la inflexibilidad de la delegación soviética para acordar una prórroga.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_