Aceros de Llodio, renegocia su deuda a corto con la banca extranjera y la oficial
Aceros de Llodio, SA, que esta semana pasada ha presentado suspensión de pagos ante un juzgado de Alava, espera culminar en fecha breve una renegociación de su deuda a corto, que supera el 40% del pasivo de la sociedad, antes de levantar la suspensión. Previamente, la sociedad contratará un consejero delegado que, desde el punto de vista técnico, restablezca el equilibrio comercial y asegure la cierta viabilidad de la empresa.
El suspensión de pagos de Aceros de Llodio, SA, parece ser una operación muy similar a la llevada a cabo por Luis Olarra con su empresa hace unos años. En este sentido, el objetivo es conseguir una moratoria en sus pagos inmediatos, convirtiendo la deuda a corto en créditos a medio y largo plazo, a la vez que incluir parte de su plantilla en el Fondo de Promoción de Aceriales y garantizar la buena gestión de la sociedad.Los problemas de Aceros de Llodio, SA, una empresa del sector de aceros especiales cuya viabilidad parece asegurada con su integración en Aceriales, par-ten de un pasivo financiero elevado, una situación laboral con exceso estructural de plantilla y una mala gestíon crónica en los últimos años, según informan fuentes de la empresa.
En estos momentos, el pasivo de la sociedad supera los 5.400 millones de pesetas, de los que: 2.300 millones son deudas a corto y el resto, deudas a medio y largo plazo. Basicamente, el pasivo está concentrado con un consorcio de bancos extranjeros que representa el First National Bank of Boston y que ascienden a 1.081 millones de pesetas; el Banco de Crédito Industrai, con 942 millones de pesetas; la Seguridd Social, con 466 millones; la Diputación de Alava, con 625 millones; y un consorcio de bancos nacionales, entre las que destacan los 250 millones del Atlántico.
Renegociación de pasivo
El mantenimiento de este pasivo ha supuesto para la empresa unos elevados costes financieros que se han traducido en ejercicios negativos de los últimos cuatro años. Sólo el pasado año, la sociedad perdió 790 millones de pesetas, a las que hay que añadir los 416 millones de 1980, los 79,0 millones de 1979 y los 273 millones de 1978.La.empresa busca ahora un calendario de financiación del pasivo que le permita tomar las acciones oportunas para equilibrar sus ejercicios. Entre estas acciones e encuentra la búsqueda de un nuevo consejero delegado que, desde un punto de vista técnico, sustituya en sus funciones a la comisión rectora del Consejo de Administración que preside Carlos Ruiz Feliú. Esta comisión rectora, en la que tambíen participan dos consejeros más, se hizo cargo tras la dimisión de Rafael Alonso, en cuyo periodo de gestión comenzaron a fraguarse los actuales problemas.
La sociedad, que está englobada dentro del grupo de Aceriales, también persigue convertir en suspender de empleo a cerca de 470 personas de las 1.162 que están bajo el actual expediente de regulación. En otras palabras, esas 470 personas, de una plantilla de 1.696, componen lo que la erripresa considera como exceso. estructural de plantilla.
Este excedente estructural de plantilla pasará a englobarse dentro del Fondo de Promoción de Aceriales, con lo que estos trabajadores tienen garantizada una eventual vuelta al trabajo en los próximos cuatro años.
Por otro lado, la renegociación de la deuda supone para Aceros de Llodio la culminación de la primera fase del proceso de reconversión del grupo de Aceriales. En este sentido, tanto la cartera de pedidos como la comercialización de sus productos pasarán ahora a depender de la sociedad Uniacero que el grupo Aceriales ha creado para gestionar compras y ventas.
Esta sociedad, que preside Luis Olarra y que ha comenzado a, trabajar en unas oficinas adquiridas a Echevarría, SA, fue creada recientemente con un capital social de 100 millones de pesetas. Su objetivo es hacerse cargo de la cartera de pedidos del sector de aceros especiales y distribuirla entre las siete empresas. Otro tanto se hará con la comercialización de los productos.
