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El juicio a los implicados en el golpe de Estado del 23-F

Gabeiras, Aramburu, Sáenz de Santa María y Juste, entre los 19 generales que comparecerán como testigos en el juicio sobre el 23-F

Un total de diecinueve generales comparecerán como testigos en la vista de] juicio ¡de los implicados en el golpe de Estado de¡ pasado 23 de febrero. De los tres tenientes generales citados a declarar, solamente uno, el ex jefe del Estado Mayor del Ejército, José Gabeiras, ocupaba ese empleo dlurante los sucesos del 23 de febrero último. El resto, José Luis Aramburu y José Antonio Sáenz de Santa María, eran generales de división. El primero dirigía la Guardia civil y el segundo la Policía Nacional.

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Gabeiras, desde su puesto de jefe del Estado Mayor del Ejército, siguió de cerca todos los acontecimientos de esa fecha, estuvo en contacto permanente con la Zarzuela y con el Cuartel General de Vitrubio, sede de la Junta de Jefes de Estado Mayor, y mantuvo conversaciones con las principales capitanías generales, siempre en defensa de la legalidad constitucional.El anterior jefe del Estado Mayor del Ejército entabló contacto telefónico con el responsable de la única región militar que se había sumado a los rebeldes, el teniente general Jaime Ddilans del Bosch, capitán general de Valencia, recriminándole por su actitud y recibiendo por parte: de éste respuesta negativa. El propio Gabeiras ordenó en horas posteriores, el arresto de Milans del Bosch, que no se llevó a efecto, por dar a entender éste, en el momento en que el general Caruana se disponía a cumplir la orden recibida, que acataba las intrucciones que el Rey le había dado personalmente para que retirara la fuerzas de las calles y el bando militar.

El teniente general José Gabeiras también fue testigo de excepción de los movimientos de su segundo jefe de Estado Mayor, general de división Alfonso Armada, a quien tuvo a su lado durante parte del tiempo en qiie duró la ocupación del Congreso. En la declaración sumarial de Gabeiras, éste indica que Armada le había comunicado que la situación era muy grave ya que, según sus palabras, las regiones II, IV, V y VII apoyaban al general Milans del Bosch, el Ejército estaba dividido y que no veía más solución que la de formar un Gobierno presidido por él, para lo cual se presta a ir a las Cortes a hacer esta propulesta si se le autoriza". Gabeiras explica a continuación que en ese momento sabía perfectamente que sólo una región militar, la dirigida por Milans del Bosch, estaba con los rebeldes.

Otro general que tuvo un papel destacado en la resolución del secuestro del Gobierno y del Congreso de los Diputados fue el director general de la Guardia civil, José Luis Aramburu, entonces general de división. Aramburu, que desde el Hotel Palace siguió todas las incidencias de la ocupación del Palacio de la Carrera de San Jerónimo, se enfrentó, dentro del edificio, con el jefe de las fuerzas de la Guardia civil que habían tomado las Cortes, el teniente coronel Antonio Tejero, quien, pistola en mano y acompañado de un teniente y varios números, se negó a entregarse.

El hoy capitán general de la VII Región Militar (Valladolid), José Antonio Sáenz de Santa María, entonces inspector general de la Policía Nacional, fue uno de los mandos que desde el primer momento expresaron su lealtad al Rey y se mostraron firmes al lado del poder civil durante estos sucesos. Una de sus principales actuaciones en aquellas fechas fue poner al Cuerpo de la Policía Nacional al lado de la legalidad constitucional y en perfecta armonía con el Gobierno que de modo provisional dirigió durante aquellas horas el director de la Seguridad del Estado, Francisco Laina.

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Sáenz de Santa María estuvo siguiendo las incidencias de la ocupación junto al general Aramburu en el puesto de mando del Hotel Palace y envío a su propio jefe de Estado Mayor al interior del edificio con intención de reducir al jefe de los rebeldes. Este general fue uno de los militares, junto con Aramburu, que pudieron hablar con Armada en el citado hotel poco tiempo antes de que éste le indicara a Tejero que tenía intención de acceder a la Cámara para proponerse como presidente del Gobierno, a lo que se negó este último.

De los dieciséis actuales generales que completan el número de testigos, durante el 23-F, siete estaban destinados en la División Acorazada Brunete número 1, otros seis ocupaban cargos de responsabilidad en el Cuartel General del Ejército, dos pertenecen a la Guardia civil y el último está adscrito a la Policía Nacional.

Siete generales de la Brunete

Los siete generales citados en relación con la División Acorazada ocupaban entonces, algunos de ellos con inferior empleo al actual, los siguientes destinos: general de División José Juste Fernández, jefe de lá unidad; general de brigada Fernando Ortiz Call, jefe de la Brigada Acorazada XII; general de brigada José Yusty Vázquez, jefe del grupo de Artillería; coronel, Joaquín Valencia Remón, jefe del Regimiento de Caballería Lígero Acorazado Villaviciosa 14; coronel José Pontijas de Diego, jefe de¡ Regimiento de Artíllería de Campaña 11, coronel Francisco Arnaiz Torres, jefe del Regimiento Mixto de Ingenieros número 1, y Antonio Centeno Pérez, jefe del Regimiento Uad Ras.

La mayoría de estos militares fueron convocados al Cuartel General de la Acorazada, lugar donde, en presencia del jefe de la unidad, que había aplazado a mitad de camino un viaje a Zaragoza, y el general Luis Torres Rojas, recién llegado de la Coruña, fueron expuestos por parte del comandante Ricardo Pardo los planes golpistas que el día anterior había conocido en Valencia en conversación con Milans del Bosch. El fiscal, en sus conclusiones, indica que entre los presentes se produjeron "reacciones variables, pero sin romper la actitud disciplinada ante lo que el mando pudiera ordenar".

El jefe de la División, general Juste, del que cierto sectores consideran titubeante su actitud cuando conoció los planes de los golpistas, llamó a la Zarzuela preguntando,por el general Armada, de quien ya le habían informado de su participación en la operación, recibiendo la respuesta "No está ni se les espera", lo que le hizo exclamar, siempre según las conclusiones del fiscal, "Esto cambia la situación".

Los generales del Cuartel general del Ejército son Fernando Esquivias Franco, director general de Armamento y Material; Enrique Zamora de la Figuera, jefe de la División Técnica de Armamentos Terrestre; Fernando Esquivias Franco, jefe de la División de Material; José Pérez-lñigo, jefe de la División de Coordinación y Planes; Fernando Rodríguez Ventosa, jefe de la División de Operaciones, y José Bonal Sánchez, jefe de otra división del Estado Mayor. Estos generales podrían ser, aunque nunca se facilitó la relación completa, los que presenciaron algunos de los movimientos del general Armada en el Cuartel General del Ejército. En el caso de Esquivias, por ejemplo, en declaraciones sumariales, éste manifestó que el propio Armada pidió un ejemplar de la Constitución para poder estudiar el supuesto ericaje de la fómula que iba a proponer dentro de la legalidad vigente.

Prieto vió a Tejero

Los generales de la Guardia civil son Manuel Prieto L¿ipez, éste último en situación de retiro especial, y Guillermo Gutiérrez 13arcía, éste último también retirado. El primero acudió voluntariarnente al Congreso cuando conoció el asalto, pasando al interior y entrevistandose personalment,c con, Tejero. Prieto dijo, en decliraciones a Radio Nacional de España, que se dirigió a las Cortes para "evitar una catástrofe e infundir serenidad". Este militar fue separado años atras de sus funciones por discrepancias con el entonces ministro del Interior, Martín Villa.

Sobre el otro general de la Guardia civil citado, Guillermo Gutiéírez García, se desconocen apenas datos de por que aparece en la relación testifical. Este general fue jefe de la I Zona de la Guardia civil (Madrid) hasta abril de 1980, mes en que dejó su puesito, a petición propia, por motivos que su día se apuntaron que se trataban de salud, aunque pa.rece que estuvo en relación con las repercusiones que en su día tuvo el proyecto de ley básica de la Defensa en lo relativo al caracter militar o civil de este Instituto.

El último general de la lista de testigos es Felix Alcalá-Galiiano, durante el 23-f coronel-jefe de la Policía Nacional de Madrid. Este militar, de reconocida lealtad al Rey, aparte de ser el jefe de las unidades constitucionales de la PoIicla Nacional que formaron el segundo cordón de seguridad de] Congreso de los Diputados, intentó reducir a Tejero cuando éste apuntaba con su pistola al director general de la Guardia civil, José Luis Aramburu. Actualmente, es inspector general de la Policía Nacional, cargo en el que sustituyó al general Sáenz de Santa María.

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