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El acuerdo entre centristas y socialistas sobre los grupos del Congreso no se aplicará hasta la próxima legislatura

El Congreso de los Diputados dedicó la primera sesión plenaria del nuevo período parlamentario a la discusión del reglamento de la Cámara, aplazada en junio del pasado año por falta de acuerdo sobre los requisitos para la formación de grupos parlamentarios. Aunque el texto aprobado ayer, que significaría la desaparición del grupo andalucista, así como de los socialistas vascos y catalanes, no entrará en vigor hasta la próxima legislatura, Alejandro Rojas Marcos atacó duramente a centristas y socialistas y calificó de "afrenta a Andalucía" el acuerdo adoptado por ambos grupos mayoritarios de la Cámara.El debate del reglamento se inició con la votación de conjunto para ratificar los veintidós primeros artículos aprobados el 23 de junio de 1981. Seguidamente se aprobó el párrafo del artículo 23, según el cual "los diputados, en número no inferior a quince, podrán constituir grupo parlamentario. Podrán también constituirse en grupo parlamentario los diputados de una o varias formaciones políticas que, aun sin reunir dicho mínimo, hubieren obtenido un número de escaños no inferior a cinco y, al menos, el 15% de los votos correspondientes a las circunscripciones en que hubieren presentado candidatura o, el 5% de los emitidos en el conjunto de la nación". Este texto fue aprobado por 271 votos favorables, 9 en contra y 26 abstenciones.

El andalucista Alejandro Rojas Marcos manifestó que el texto aprobado solo pretende la eliminación de su grupo. Calificó de chapuza el acuerdo alcanzado y estimó que en este segundo acto de la obra suspendida el pasado año, los actores pueden considerarse "farsantes". El presidente de la Cámara, Landelino Lavilla, pidió al diputado andalucista que se abstuviera de pronunciar "palabras ofensivas o simplemente molestas", mientras se producían murmullos en el hemiciclo. Rojas Marcos acató la decisión de la presidencia, pero estimó que las protestas de los diputados eran fruto de "ignorancia cultural o cinismo".

El diputado centrista Gabriel Cisneros explicó que el Congreso de los Diputados es una cámara de representación ideológica y no territorial y calificó de abusivo "pretender arrogarse la representación andaluza, cuando hay tres partidos en la Cámara -se refería a UCD, PSOE y PCE- con más escaños que el PSA" en la región. Por su parte, el comunista andaluz Fernando Pérez Royo recordó que su grupo tenía las espaldas bien cubiertas, porque había defendido -lo hizo Jordi Solé Tura- un mínimo de cince, escaños para constituir grupo, riero rechazó que alguien quisiera expresarse como "única voz de Andalucía".

También fue rechazada la enmienda socialista que pretendía la supresión del segundo párrafo del artículo 23, que establece que "en ningún caso pueden constituir grupo parlamentario separado diputados que pertenezcan a un mismo partido. Tampoco podrán formar grupo parlamentario separado los diputados que, al tiempo de las elecciones, pertenecieran a formaciones políticas que no se hayan enfrentado ante el electorado". Este fue el único artículo en que no votaron juntos UCD y PSOE.

El comienzo de la sesión estuvo señalado por la espectación por la nueva ubicación de algunos diputados en el hemiciclo. Así, los nuevos miembros del Grupo Mixto procedentes de UCD, tardaron en encontrar sus escaños. Finalmente, el líder de los diez nuevos miembros de este grupo, Francisco Fernández Ordóñez, se sentó junto a Ramón Tamames.

Según anunció Fernández Ordóñez a EL PAIS, los diez diputados socialdemócratas pedirán emplear la tercera parte del tiempo asignado para todo el grupo, aunque, en razón de su número, podrían tener derecho a casi la mitad. El ex portavoz del grupo centrista, Miguel Herrero, ocupó también su escaño en su nuevo grupo de Coalición Democrática.

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Luís de Grandes, nuevo secretario

La primera votación registrada en el pleno del Congreso que abrió ayer el período de sesiones, puso de manifiesto la escasa fortaleza parlamentaria del partido gubernamental. El diputado Luis de Grandes, candidato centrista para cubrir el puesto de secretario tercero de la mesa de la Cámara -vacante desde el nombramiento de Soledad Becerril como ministra de Cultura- resultó elegido por 128 votos, pero fueron 163 los diputados que no le apoyaron. De ellos, 151 votaron en blanco.

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