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Luis Merino, un ex alcalde de Málaga, será el candidato de UCD a presidente de la Junta de Andalucía

La elección de la ministra Soledad Becerril -liberal- como presidenta de la UCD de Andalucía, que se producirá con toda seguridad en el congreso regional de los centristas andaluces, iniciado ayer en Torremolinos, forma parte de un pacto entre los grupos actualmente hegemónicos en el partido del Gobierno, según fuentes de toda solvencia. Este acuerdo se completará con la designación como candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía de Luis Merino, ex alcalde de Málaga y hombre bien visto por los democristianos, y del ex ministro Félix Manuel Pérez Miyares -martinvillista- como delegado del Gobierno en la comunidad autónoma.

El acuerdo, que supone un reparto equilibrado de poderes en el centrismo andaluz, fue concretado en las más altas instancias de UCD, y ha permitido un congreso pacífico en Andalucía, al no optar Pérez Miyares a la reelección en la presidencia regional del partido. Se ha barajado también el nombre de Luis Sánchez Harguindey -asimismo del grupo del vicepresidente Rodolfo Martín Villa-, para el cargo de delegado gubernamental en la comunidad.Luis Merino era hasta ahora vicepresidente regional segundo, y fue el último alcalde de Málaga antes de las elecciones municipales democráticas. Su candidatura a la Junta se concretó el pasado jueves, en una entrevista que mantuvo con el presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, en Madrid, en el palacio de la Moncloa.

La aparición de estas candidaturas negociadas desde fuera de Andalucía -aunque la de Perez Miyares aún no se ha hecho pública- ha producido disgusto en algunos compromisarios del congreso que se celebra en Torremolinos. Concretamente, los compromisarios de Almería, apoyados por algunos de Sevilla, prepararon anoche, como símbolo de protesta, una candidatura alternativa a la de Soledad Becerril, que encabezaría el presidente provincial almeriense, Fausto Romero.

El candidato de UCD a la presidencia del Gobierno autónomo andaluz es un abogado de 40 años. Su bufete es actualmente uno de los más boyantes de Málaga -es asesor jurídico de un importante grupo árabe de inversión- y en el partido, a pesar de su cargo de vicepresidente segundo, no se le recuerdan acciones relevantes.

Soledad Becerril presidirá el partido

Soledad Becerril era la candidata unánime de todas las familias centristas para que encabezara la lista de UCD a la presidencia de la Junta de Andalucía. Sin embargo, la ministra se negó a aceptarlo en conversaciones mantenidas con altos cargos del partido. Un último intento para convencerla, protagonizado esta vez por Leopoldo Calvo Sotelo, y producido el pasado miércoles, terminó también sin éxito, puesto que Soledad Becerril prefiere seguir siendo ministra de Cultura.Lo que sí se da por seguro es que Soledad Becerril será elegida hoy, en la clausura del congreso, presidenta regional de la UCD andaluza. El hasta ahora presidente, el ex ministro Félix Pérez Miyares, anunció ayer a los 600 compromisarios que asisten al congreso en representación de los 15.000 militantes que UCD dice tener en las ocho provincias andaluzas, que no se presentará a la reelección.

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El congreso, presidido por el lema de Nuestro centro es Andalucía, se inició bajo la tensión derivada de los problemas del grupo parlamentario centrista en el Congreso de los Diputados, y con el estigma del 28 de febrero en la mente de todos. Los dirigentes de UCD saben que ambas circunstancias no le auguran una campaña electoral fácil, y por ello Pérez Miyares recalcó, en una conferencia de Prensa celebrada ayer, que la crisis centrista está en el Parlamento, pero no en el partido.

Sin embargo, el tema de la inclusión de independientes en las listas electorales centristas al Parlamento andaluz va a traer problemas a corto plazo. En la UCD regional se ha llegado al acuerdo de que se aceptará a los independientes siempre que su nombre figure en una candidatura con el logotipo centrista y a condición de que estos no presuman durante la campaña electoral de esta situación.

Por el contrario, en el secretariado nacional se tiene el convencimiento de que precisamente la condición de candidatos independientes, es decir, de hombres no quemados por la desprestigiada imagen de UCD, puede ser una de las claves fundamentales para evitar una estrepitosa derrota. El congreso de UCD de Andalucía está planteado para alejar en lo posible el fantasma del 28 de febrero.

Por esta razón, recordó Pérez Miyares en la citada conferencia de Prensa, "asumimos nuestro error y asumimos que lo vamos a pagar muy caro, pero nuestra actitud en el 28 de febrero fue que elegimos un camino distinto para que Andalucía consiguiera su autonomía, pero no elegimos un camino de antiautonomía. Aunque", reconoció, "no hemos sabido explicárselo lo suficiente a nuestros paisanos". Y por esta razón también se está tratando de alejar en lo posible la identificación de la UCD regional con la UCD nacional.

La otra vía de protagonismo de los centristas andaluces en esta campaña la constituyen las ponencias que se están debatiendo, ya que van a ser el documento base del programa de UCD en las elecciones autonómicas. Este programa electoral, según se informó a este periódico en medios solventes, va a tener un carácter marcadamente progresista dentro de lo que es la ideología de centro, ya que no tienen ninguna duda de que su principal adversario va a ser el PSOE; y a este partido van a tratar de arrancarle los máximos votos posibles.

Por último, cabe mencionar un pequeño incidente protagonizado por el ex portavoz centrista en el Senado Francisco Villodres, quien en la sesión de la mañana reprochó que en el informe de la gestión del secretariado saliente no se hubiera mencionado el resultado del trabajo del comité de seguimiento del desarrollo de la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA), concretamente la distribución del fondo de compensación interterritorial. Esta intervención del socialdemócrata Villodres hizo comentar después, en la conferencia de Prensa, que podría abandonar UCD para pasarse a otras formaciones políticas. Sin embargo, Villodres se comprometió a quedarse en UCD, "exclusivamente para defender la LOFCA".

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