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Tribuna:TRIBUNA LIBRE
Tribuna
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Ahora os toca a vosotros, malditos socialistas

Una vez renovados los centros de poder en UCD, el autor de este artículo pronostica el comienzo de una lucha preelectoral que, en su opinión, dada la potencialidad del PSOE, se dirigirá a quebrantar determinados puntos de la imagen socialista. Desde la acusación de inexperiencia dirigida a su secretario general hasta los peligros de un nuevo frente popular pueden ser enarbolados, según Solana, para abatir lo que pudiera ser una alternativa de la sociedad española.

Se intuye, se palpa, se ve venir que este proceso de acumulación primitiva de imagen del PSOE no puede seguir. Seguramente hay que esperar a que la UCD desarrolle la renovación de sus centros de poder y a que los comentarios sobre UCD vuelvan desde las páginas de humor a las políticas. Pero unos minutos después va a empezar la campaña. La meta es clara y lógica para quien corresponde: no se puede admitir que el PSOE gane las próximas elecciones. Es interesante analizar los nervios que desata entre determinados sectores del poder mayúsculo la posibilidad de ser desalojados por otros cuando en el fondo el termómetro de la realidad profunda de la democracia es precisamente este: ¿Van a poder o no mandar otros? En cada caso, los otros deberán ser distintos. Lo que pasa es que en España los otros son siempre los mismos. Por ahora. Y de ahí el problema.Presiento que unos personajes de siempre van a iniciar la campaña adversaria, contraria y enemiga del PSOE. ¡Qué tentación encontrar en Ferrer-Calvo Sotelo unos nuevos Roberto Alcázar y Pedrín que gritan viñeta tras viñeta que hay que detener al malvado socialista! Lo malo es que todavía no tengo localizado al Guerrero del Antifaz y eso complica la comparación (aunque quizá lo que pasa es que al que lleva antifaz es más difícil, lógicamente, identificarlo). En todo caso, insisto, se presiente la campaña. ¿Por qué coordenadas se va a regir su desarrollo?

Romper el "mito Felipe González"

a) Rotura del mito Felipe González. En una sociedad democrática y desarrollada, la imagen del líder es importante. Muy importante, diría. Comprendo que puede resultar incómodo para algunos demócratas teóricos del pasado o del futuro, pero no será sorprendente para los demócratas del hoy aceptar que sin mascarón de proa o sin fotografía del timonel no hay quien sitúe electoralmente una opción política. No entro en si es bueno o malo; constato el hecho. La consecuencia es que si un partido tiene su figura-imagen, es preciso romperla para que lo que viene detrás de él o junto a él sea derrotado democráticamente. En el PSOE se llama Felipe González.

A pulso, entre todos y por méritos propios, se ha revelado una gran foto-póster. Pues a rasgarla, dicen los otros. ¿Por dónde? Primero: inexperiencia. Muchacho, tú vales mucho, pero no has tenido nunca bajo tu responsabilidad ni un presupuesto ni un teléfono. Segundo: confusión ideológica. Los viajes a Nicaragua van a ser contabilizados, a la vez que se repasan los números de las butacas de todos los aviones utilizados. Probar que la utopía y la generosidad son iguales a trabajar por el adversario va a ser importante. Occidente, EE UU, URSS y todo lo demás se puede mezclar en un cóctel efectivo desde el punto de vista publicitario. ¡Qué fotos preveo en los cartelones y hay que lograr demostrar que este muchacho no es de nuestro lado, sino del de los otros.

b) Ineptitud administrativa. Los socialistas no saben gobernar la cosa pública. Esa, de las pesetas. ¿Pruebas? El déficit. La verdad es que nadie termina por exponer claramente qué tiene el déficit en estos momentos en España para que se esté politizando a estos niveles. Porque incluso hay déficit de derechas. Qué digo, déficit fascistas; por poner un ejemplo que puede revisarse en la historia reciente. Déficit, sí; déficit, no, resulta una alternativa dudosa. ¿Para qué quiere usted el déficit? ¿Cómo cubre usted el déficit? Eso son debates más inteligibles, pero, naturalmente, eso no es cuestión para la campaña que se planifica. Socialistas igual déficit debe ser un dato demoledor con características de divinas palabras tecnocráticas que nadie entienda, pero que admita como horrendo.

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La gestión municipal

c) Fracaso municipal. Urgente, muy urgente es. evitar que la gente crea que los socialistas han logrado éxitos en los municipios. Así que van a tener que actuar rápido antes que la ciudadanía compruebe las cosas como son. No importa que en el reciente debate sobre los Presupuestos Generales del Estado se haya puesto de relieve que invierten más y administran mejor los municipios socialistas que el Gobierno. Inútil. La campaña hablará de endeudamiento e ineptitud gerencial.

d) Corrupción. Aquí está el filón aurífero de la campaña. Alonso Puerta (¡si supieras con qué amargura se te recuerda!) va a convertirse en la gran figura de cera del museo de los horrores del PSOE. En cada plaza de cada pueblo se extenderá la carpa del circo de los otros para que la ciudadanía pase y vea a qué conduce el socialismo. No importa que los otros hayan vivido siempre dentro de un. mundo pegajoso. Se trata de que la gente crea que todos somos iguales en lo marrón. No importa que una golondrina equivocada de equinoccio no hace posible la conclusión de que ha llegado el verano, no; lo que hay que hacer creer es que esa golondrina es la bandada misma.

e) PSOE = Frente Popular. ¿Verdad que suena tremenda esa pareja compuesta por la palabra «frente» y la expresión «popular»? Pues eso es lo que van a plantear en la campaña los otros. No fiarse del PSOE porque tiende a unirse a los comunistas. El PSOE se alía con el PCE en unos municipios, con las gentes de Roca y Trías, en otros; con diversos personajes menos conocidos, en los de más allá. En resumen, el PSOE se apunta a cualquier opción que acepte que cada municipio español puede avanzar hacia la libertad, la democracia y el progreso. Si alguien quiere pactar con el PSOE, que justifique que está en esa onda. Si no lo está, que no se queje. Pero es igual; este diálogo neto e inteligible será oscurecido y mezclado hasta los límites de la confusión. Tiene que ser así.

No protesten los ciudadanos que creen en el cambio paso a paso hacia la concepción humana de la vida. Ya sólo queda la opción PSOE para garantizarla. Y, lógicamente, los otros van pronto alanzar el grito definitivo: ¡a por los malditos socialistas! Que sea lo que la democracia quiera. Pero si los socialistas se aprietan el cinturón de seguridad del entender y aceptar su papel histórico, nadie podrá sacarles de su asiento de esperanza.

Luis Solana es diputado del PSOE por Segovia.

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