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El general Jaruzelski acapara los altos cargos polacos

El cuarto pleno del Comité Central del Partido Obrero Unificado Polaco (POUP, comunista) votó el domingo mayoritariamente a favor del cese del primer secretario, Stanislaw Kania, y eligió, casi por unanimidad (180 votos de 184), al actual primer ministro.El general Jaruzelski, de 58 años, se manifestó amigo cordial de Kania, asumió los errores cometidos en los últimos tiempos y anunció profundos cambios en la dirección del partido y del Gobierno, que deberá incorporar a diferentes fuerzas nacionales que no se opongan al régimen socialista.

En unas primeras reacciones ante el cambio en la dirección del POUP, el sindicato independiente Solidaridad se manifestó en términos más bien positivos, en espera de que la comisión nacional del sindicato se reúna el jueves.

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El cambio en la dirección del POUP no se produjo en esta ocasión en términos dramáticos, como con la llegada de Wladyslaw Gomulga al poder en 1956, o la caída de Edvard Gierek en septiembre de 1980.

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Catorce meses bastaron para desgastar totalmente a Kania al frente del partido comunista polaco

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El cambio de Kania por Jaruzelski no parece implicar, en principio, un giro político importante, porque los dos representaban una misma línea de la llamada odnowa (renovación) socialista. La sustitución de Kania podría tener un sentido puramente cosmético, pero en la persona de Jaruzelski se da una extraordinaria concentración de poder (partido, Gobierno y Ejército) y un caso insólito en los países del socialismo real: un militar al frente del partido.

El alcance de la llegada de Jaruzelski al poder sólo se podrá apreciar del todo en la anunciada reunión del nuevo pleno del Comité Central, donde el nuevo primer secretario anticipó que habrá cambios, en el Buró Político del POUP, en el secretariado del Comité Central y en el Gobierno.

Jaruzelski quiere llevar al Gobierno representantes de los otros partidos polacos, el campesino y democrático, y también a católicos que estén de acuerdo con el socialismo.

El general Jaruzelski llega al liderazgo del partido después del desgaste sufrido por Kania en los catorce meses escasos que ocupó el puesto de primer secretario. Kania y Jaruzclski se negaron, en agosto de 1980, a emplear al Ejército y la policía contra los huelguistas del Báltico.

En junio pasado, Kania y Jaruzelski fueron mencionados expresamente en la carta-advertencia del Comité Central soviético. El cese de Kania podría tener un sentido de ofrecer un chivo expiatorio a los países aliados, que acogieron favorablemente y con muestras de simpatía, la caída de Kania y el nombramiento de Jaruzelski para primer secretario del POUP.

Por su origen social, Jaruzelski se aleja del estereotipo de un líder comunista tradicional de un país del este europeo. Jaruzelski procede de una familia católica de la pequeña aristocracia terrateniente polaca, fue alumno aventajado y estuvo en un internado de jesuitas. En 1943, cuando tenía veinte años, Jaruzelski se alistó en el Ejército polaco creado en Moscú y participó en la campaña de liberación de Polonia del nazismo en las filas del Ejército rojo.

Jaruzelski se convirtió en el año 1956 en el general más joven del Ejército polaco; pertenece al partido desde el año 1947, y en 1968 pasó a desempeñar el Ministerio de Defensa. El pasado agosto, Jaruzelski rechazó la posibilidad de ser primer secretario y con ello dio paso a Kania. El pasado mes de julio, en el congreso del POUP, Jaruzelski tuvo más votos que Kania para el Comité Central.

Es una orden

Jaruzelski dijo, al asumir el cargo, que lo consideraba una orden, y al mismo tiempo ofreció el entendimiento a todos los que están sobre las bases del socialismo y la Constitución. Sobre el camino para la superación de la crisis, dijo Jaruzelski que "hay que superar las tensiones y el bloqueo de las fuerzas enemigas del socialismo, que se encuentran, sobre todo, en puestos dirigentes de Solidaridad".

El nuevo primer secretario dijo que "la población patriota, todas las fuerzas que estén sobre el suelo del socialismo y la Constitución, miembros del partido y sin partido, creyentes y no creyentes, a todos ellos se dirige nuestra oferta de comprensión, nuestros esfuerzos comunes por el bienestar de Polonia y, hoy hay que decirlo, por su salvación".

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