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La energía nuclear será desarrollada en Francia de manera preferente, aunque recortada

Por primera vez, ayer, en Francia, el Gobierno sometió a debate, en la Asamblea Nacional, las cuestiones energéticas. El Gobierno presentó su proyecto de ley en esta materia y, hoy, al final de las discusiones, la futura política energética será sancionada con un voto, sin problemas para el Ejecutivo, dada su mayoría absoluta en la Asamblea. El mitterrandismo recorta el amplio programa nuclear del poder anterior, pero esa fuente de energía será desarrollada de manera preferente. Las economías constituyen el eje de la política francesa para la década en curso. La mayoría de los franceses son partidarios del átomo pacífico.El giscardismo había rematado la estrategia, energética, de origen nuclear, iniciada por los dos presidentes anteriores de la V República, con el programa más ambicioso del mundo: 74 gigantescos reactores atómicos, que costarían 500.000 millones de francos, en 1990, producirían el 70% de la electricidad consumida en Francia. Este país, actualmente, importa el 67% de la energía que consume.

Oposición al "todo nuclear"

Desde la oposición, los soclalistas combatieron lo que ellos denominaban «el todo nuclear». Desde el poder, hoy, matizan su posición. A pesar de la fuerte reacción de una gran parte de los diputados de la mayoría gubernamental, el Gobierno de Pierre Mauroy, se propone potenciar al máximo todas las demás fuentes de energía, el carbón en primer lugar, pero el programa nuclear continuará siendo importante. De los treinta reactores proyectados, actualmente, cinco han sido suprimidos. Y de los nueve, cuya construcción estaba prevista para los próximos dos años, sólo seis serán realizados. Con ello, según las previsiones oficiales, la energía nuclear, en 1990, cubrirá alrededor del 27% del consumo, contra el 30% que preveía el plan giscardiano. Al final de esta misma década, el carbón representará el 17% del consumo; el petróleo, el 31 %; el gas, el 13 %; la energía hidráulica, el 6%, y las energías nuevas, cerca del 5%.

Estrategia

Para los próximos años, los responsables galos fundan su estrategia energética en el ahorro. Un 5% del consumo global estima que puede ser ganado al final de la década de los años noventa. Para esas fechas, según lo manifestó el presidente François Mitterrand durante su reciente conferencia de Prensa, «Francia habrá conseguido su independencia energética».La política energética gubernamental se confronta a dos oposiciones: la política, es decir, la representada por la ex mayoría chiraquista y giscardiana, que considera «sacrificada la independencia energética francesa en aras de la ideología», y, por otro lado, la de los ecologistas, que volaron por Mitterrand en las presidenciales, y que ahora consideran traicionado su programa radicalmente antinuclear. En el propio seno del Partido Socialista (PS), el Gobierno encuentra resistencias fuertes, en el sentido ecologista. Para esta fracción de la mayoría «escoger una política energética es escoger un tipo de desarrollo y un tipo de sociedad. La ruptura, en consecuencia, debe ser clara».

Mayoría pronuclear

En el mismo momento en que se iniciaba el debate en la asamblea nacional, se conoció un sondeo de la opinión pública sobre el tema. El 62% de los franceses es partidarios de la energía nuclear.

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