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Sigue el estado de máxima alerta policial en busca de un comando "etarra" en Madrid

La policía continua su estado de máxima alerta para prevenir un eventual atentado terrorista, al tiempo que continúa interrogando al presunto máximo responsable de información en Madrid de ETAm, Juan Antonio Madariaga, detenido el viernes por funcionarios de la Brigada Central de Información (antiterrorista), cuando merodeaba en la madrileña calle de Orense, cerca de unas viviendas militares y donde residen también destacados jueces y fiscales de la Audiencia Nacional.

La detención del presunto etarra ha permitido a la policía descubrir abundante material del comando de información en Madrid, en el piso de la calle de la Madera, donde vivía Madariaga. Junto a dos pistolas, una caja de munición y cuatro cargadores, figuraban varios ficheros con datos muy completos sobre políticos militares, empresarios, periodistas y funcionarios del Cuerpo Superior de Policía, blancos potenciales de algún atentado terrorista que ETA pensaba perpetrar en la capital de España.Mientras, la policía continúa tratando de localizar a la joven María José González Peñalba, que previsiblemente se encontraba cerca del lugar donde se produjo la detención del etarra.

Según una nota hecha pública ayer por el mando único antiterrorista, el detenido ha declarado en los interrogatorios «haber recibido orden, hace una semana, en el sentido de que, sin abandonar los otros objetivos, tenía prioridad la información que obtuviese sobre inspectores y jefes de la Brigada Regional y Central de Información, a ser posible alguno de los implicados en el sumario que se instruye con motivo de la muerte del etarra Arregui».

«Esta circunstancia la explico», continúa la nota, «en el sentido de que la información sobre objetivos militares ha sido cuantiosa en los últimos meses, y ya posee la organización datos suficientes para realizar una acción enfocada hacia uno de estos objetivos». La policía deduce que de decidir un atentado sobre alguno de tales funcionarios, se llevaría a cabo a finales de noviembre o diciembre.

Informes muy completos

El presunto etarra detenido -para quien ayer se solicitó a la Audiencia Nacional que se le aplique la ley Antiterrorista- ha declarado ser el responsable del comando Madrid y utilizaba para sus actividades documentación a nombre de Eustaquio Suárez González. Llevaba viviendo en Madrid desde hace un año y medio aproximadamente, y junto a su compañera María Belén González, nacida en Beasain (Guipúzcoa), hacía frecuentes viajes al País Vasco.La misión de ambos era preparar informes sobre distintas personalidades -como se demostró en la documentación capturada-, con detalles muy completos sobre sus horarios y hábitos. Tales informes los hacían llegar a Francia, a los miembros del comité ejecutivo de ETA Militar, quíe.nes por distintos conductos los ponían en conocimiento del comando Madrid para llevar a cabo sus atentados.

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Fuentes policiales,han manifestado que «esta práctica de comunicación es la habitual en ETA, ya que la consideran de gran seguridad, puesto que si la policía detiene a integrantes de un comando operativo o de uno informativo, no logrará saber nada del otro grupo, al no existir ningún tipo de comunicación entre ambos».

En consecuencia, según las mismas fuentes policiales, el etarra detenido, Juan Antonio Madariaga, y su compañera María Belén González, no tenían relación directa con el comando Madrid, «ni saben absolutamente nada de su composición y movimientos en la capital de España», lo que dificulta los intentos policiales para localizar a los terroristas.

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