Intensas gestiones de Jordi Pujol para conservar los apoyos a su Gobierno
El presidente de la Generalidad, Jordi Pujol, está llevando a cabo una serie de consultas para intentar recomponer la mayoría de hecho que le ha permitido mantenerse durante año y medio al frente de un Gobierno minoritario. El paradójico apoyo de Esquerra y centristas puede considerarse herido de muerte tras la polémica entre Heribert Barrera y Rovira Tarazona. Pero es difícil intuir cuál será la solución alternativa.
El debate previsto para el proximo martes en el Parlamento catalán puede finalizar con una clara pérdida de imagen pública por parte del Gobierno minoritario de la Generalidad. No obstante, es probable que no se produzca una moción formal de censura, por cuanto que aún existe.una regulación que contempla las crisis de Gobiemo autónomo. Jordi Pujol desearía, por encima de todo, continuar como hasta ahora o con leves retoques. Por ello ofreció anteanoche a Esquerra y a los centristas la posibilidad de un pacto parlameñtario. La única carta que Pujol conserva en su manga es la constitución de un Gobierno de unidad, es decir, de concentración, con participación de todos los partidos parlamentarios. Constituye una solución extrema que sólo aceptará como último recurso, y siempre y cuando quede garantizada su preeminencia personal. Los centristas catalanes exigen su entrada en el Gobierno catalán. Esta opción política ha sufrido en los últimos meses un fuerte retroceso en cuanto a expectativas de voto en unas próximas elecciones. Un alto dirigente de UCD informó a este diario de una encuésta efectuada por Presidencia del Gobierno, hace escasas semanas, en la que la previsión de voto para UCD en el conjunto de España era de un 14% -detrás -del PSOE y con un elevado porcentaje de electorado indeciso-, mientras que en Cataluña resultaba de sólo el 6,3%.
Para los centristas catalanes, la entrada en la Generalidad representaría un medio para íntentar poner fin a su declive electoral. También sería útil a la hora de buscar una mayor cohesión interna, después de que la polémica larvada entre Cañellas y Punset finalizara con el abandono por parte de este último. Un dirigente centrista próximo a Punset -quien ahora se sitúa al lado de Antonio Garrigues- definió el carácter de «grupúsculo falto de imaginación» de los centristas catalanes mediante un juego de palabras. «Su nombre real», afirmó la fuente, «no debería ser centrisies caialans sino los cien-tristes catalans».
Anteayer, Rodolfo Martín Villa afirmó, que él Gobierno se pronunciará sobre las declara ciones de Heribert Barrera que originaron la polémica con el delegado del Gobierno en Cataluña, Juan José Rovira. Añadió que tal pronunciamiento «seguramente» tendrá efecto en ocasión del próximo Consejo de Ministros. El contenido de este nuevo elemento de la polémica permitirá apuntar si el Gobier no central busca el apaciguamiento -y en consecuencia la continuidad del apoyo de Esquerra y centristas a Pujol- o bien la ruptura del débil equilibrio parlamentario catalán.
