Crítícos españoles y extranjeros analizan la obra de María Blanchard
Un curso monográfico sobre la figura humana y artística de María Blanchard, dirigido por el crítico de arte Mario Antolín, fue inaugurado ayer en la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo, en Santander. Estudiarán la personalidad de la pintora montañesa la conservadora del Museo de Arte Contemporáneo de Madrid María José Salazar, el director del Museo de la Villa de París, Jacques Lassaigne, el escritor santanderino Leopoldo Rodríguez Alcalde y el director de la Fundación Camón Aznar, de Zaragoza, José Luis Morales Marín.Una mesa redonda sobre el tema La negritud en el arte de María Blanchard y la visita a la exposición monográfica presentada por la Fundación Santillana, en Santillana del Mar, completan la programación.
La primera conferencia la dictó ayer María José Salazar, sobre el tema La personalidad pictórica de María Blanchard, que calificó como «sugerente, rica y muy personal», aunque «paradójicamente permeable a cuanto acontecer artístico irrumpe en su entorno».
María José Salazar examinó también las distintas etapas pictóricas de Blanchard. «Poseedora de unas excelentes cualidades y dotada de una extrema y aguda sensibilidad», aludiendo a las diversas e incluso antagónicas opiniones que sobre su obra se produjeron. A título de ejemplo, citó a Eugenio d'Ors, que dijo que María Blanchard era «la persecución rigurosa de los objetivos», y a Jean Cassou y André Lothel, para los que la artista santanderina se movía en el terreno de la mística, atmósferas extrañas y turbadoras potencias emotivas.
De su época de Madrid, donde Blanchard inicia realmente su aventura artística, María José Salazar destaca las influencias de Sala, Sotomayor y Benedito, que la introducen en la vida académica, pero también le inculcan otras cualidades esenciales en su producción, como el rigor dibujístico y la exuberancia del color, con esa preparación sólida, aunque académica. María Blanchard emprende el camino de París, que acaba de sustituir a Roma como capital artística mundial, y a donde llegarán, por la misma época, es decir, a principios de siglo, Pablo Picasso y Julio González (1900), Pablo Gargallo (1903), Juan Gris (1906) y tantos otros españoles.
