Silencio en el Ministerio del Interior respecto al fraude del afeitado
Continúa en el Ministerio del Interior el más absoluto silencio respecto al fraude del afeitado y a la inhabilitación en que han incurrido seis ganaderos, según publicó EL PAÍS el pasado 1 de julio.Mientras tanto, esta corruptela se está produciendo de forma intensiva en la mayoría de las plazas, a juzgar por el criterio de aficionados y público en general, para quienes es incomprensible que haya en las ganaderías tantos toros astigordos y romos.
Los veterinarios, en términos generales, son escrupulosos ante la sospecha de afeitado y proponen la remisión de numerosas astas a análisis de laboratorio, pero, al parecer, en los trámites siguientes también entra en acción la picaresca y, a pesar de las severas vigilancias, no hay garantías plenas de que los pitones que se envían desde algunos cosos sean los que, efectivamente, llegan a la Escuela Nacional de Sanidad Veterinaria para su inspección. Por otra parte, los desvelos de los veterinarios no pueden surtir efectos si desde los poderes públicos no hay la adecuada respuesta en cuanto se refiere a la prontitud y rigor de las sanciones.
En la plaza de Pamplona, los reconocimientos veterinarios se hacen, al parecer, con criterios exigentes, y de ahí que hayan sido rechazadas varias reses, entre ellas la corrida entera del próximo lunes y tres toros de ayer propiedad de Fermín Bohórquez.
