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Según Santamaría, a los jugadores se les ofreció la posibilidad de renunciar al viaje

«Antes de comenzar la gira se habló con los jugadores y se les expusieron las dificultades que íbamos a encontrar», afirmó José Emilio Santamaría, seleccionador nacional, quien añadió: «Personalmente les expliqué que podían renunciar al viaje y que su actitud no supondría ningún inconveniente para posteriores llamadas. No hemos obligado a nadie a venir a América». El seleccionador, que cuando habla de esta gira la califica como una herencia que recogió, opina que en los tres próximos partidos se podrán sacar consecuencias razonables.

Santamaría entiende que los partidos realizados hasta la fecha no pueden calificar la actitud de los jugadores: «Yo mismo me he visto sorprendido al ver cómo en lugar de correr caminaban, pero entiendo que ello se ha debido a circunstancias extrañas. En el primer partido, con lluvia, temperatura fresca y atmósfera limpia, los jugadores corrieron mucho más que en Oporto, en donde tuvieron que soportar un calor inmisericorde. En Puebla, por la altura y el calor del medio día, volvieron a caminar. En Venezuela todos sabemos que no se hizo buen fútbol, pero el terreno de juego no era el más adecuado para ello. En Caracas nos enfrentamos a una selección inferior que no tenía nada que perder, y los propios entrenadores venezolanos, con los que mantuve una charla, se mostraron sorprendidos por el juego realizado. El martes, antes de salir de Caracas, realizamos un entrenamiento en el campo del San Ignacio de Loyola, y los mismos entrenadores se quedaron sorprendidos al ver las evoluciones del equipo. Únicamente había cambiado el terreno, que no estaba lleno de hoyos».Pepe Santamaría opina que la gira comienza a tener importancia a partir de este momento. En realidad, él también opina que los encuentros anteriores no han servido de gran cosa y se podrían haber evitado: «He hablado con los jugadores y su impresión es que todo cambiará ante los adversarios que tenemos por delante. Se supone que encontraremos buenos terrenos de juego y, por otra parte, la calidad del contrario les motivará». Para el seleccionador, lo importante de este viaje es comprobar cuál es el comportamiento social de los hombres.

Respecto a los problemas técnicos que se plantean a diario, entiende que no pueden ser resueltos de manera inmediata, porque tampoco se tuvo tiempo suficiente para preparar el viaje. Ante la opinión generalizada de los enviados especiales de que al equipo le falta un líder en el centro del campo, Santamaría manifestó: «La palabra es bonita, pero es difícil encontrar ese hombre. Zamora sería un jugador de fábula si tuviera algo más de garra. Respecto a sus incompatibilidades con Juanito debo decir que yo trato de que no se produzca ese conflicto en el terreno de juego. El último día le mandé recado por tres veces con Angel Mur a Juanito para que se pasara a la banda derecha. Pero a Juanito estas cosas a veces se le olvidan. Me han dicho que se ha enfadado por las sustituciones y yo me alegro de ello, porque es buena señal. Ojalá todos se enfadaran, porque significaría que tienen gran ilusión por jugar».

«De esta gira», comentó Santamaría, «obtendremos como mínimo el 50% de la selección del mundial. Mi trabajo está dedicado en estos momentos a ganar el Mundial y no me importan los resultados. Lo que deseo es sentar las bases que nos permitan alcanzar en el año que nos queda un nivel óptimo. No temo a la falta de descanso con que se argumenta. Recuerdo que un año en el Madrid tuvimos un día de descanso y fuimos campeones de Europa y de Liga. Un buen profesional, un hombre que se cuide adecuadamente, puede llegar en perfectas condiciones al Mundial. Con los presidentes de Primera División se acordó que quienes están aquí no comenzarán a entrenarse hasta el 1 de agosto, y, por tanto, tendrán tiempo para descansar. Lo que proponen algunos de eliminar a los internacionales del próximo campeonato sólo podrá ser el caos. Cada club necesita a sus mejores jugadores para los torneos oficiales».

De Santamaría se ha dicho en algún medio informativo que habla poco con los jugadores: «No sé si con esto», dijo, «quieren justificarse con los periodistas o conmigo, pero yo hablo con todos en los entrenamientos para corregir defectos, antes y después de los partidos. Soy partidario del diálogo con el jugador, pero tampoco hay que convertirlo en un robot, hay que dejarle libertad para que se manifieste».

Santamaría opina que, en estos momentos, existe ya una base del equipo. Los dos porteros con que cuenta, más Agustín, pueden ser los tres del Mundial. La defensa entiende que se está solidificando con el buen entendimiento entre Tendillo y Alexanco. Cree que, efectivamente, el centro del campo es lo más débil, pero considera que se resolverá el tema. En la delantera, Santamaría cuenta con Juanito como hombre fuerte, pero no ha abandonado la idea de que López Ufarte sea un falso extremo izquierda. Si no le ha traído a esta gira ha sido porque, según sus informes, era preferible concederle descanso para que se recupere totalmente de la enfermedad renal que padeció.

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