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Conmemoración en Polonia de las revueltas históricas de los años 1956 y 1976

En Polonia se conmemoran estos días los aniversarios de las revueltas de Poznan de 1956 y de Ursus y Radom eh 1976 con misas e inauguración de monumentos. En las conferencias preparatorias del 9º congreso (extraordinario) del Partido Obrero Unificado Polaco (POUP, comunista) se enfrentan en interminables sesiones los partidarios de la odnowa (renovación) y de la línea dura.Entre tanto, la situación social puede agravarse nuevamente a raíz del disgusto que han causado en el sindicato libre Solidaridad los cambios introducidos en la ley sobre la censura y la autogestión de las empresas sin que haya mediado el concurso de las fuerzas de Lech Walesa, que planteará al Parlamento (Sejm), en su reunión del próximo día 2 de julio, la obligación de eliminar las restricciones introducidas en ambas leyes, informa desde Varsovia la agencia France Presse.

El diario Le Monde, también desde la capital polaca, explica que en estos proyectos de ley se estipula la posibilidad de que los boletines informativos de Solidaridad en las diversas empresas estén sometidos a censura y el derecho de huelga sea recortado "en casos excepcionales", no pudiéndose efectuar paros laborales por un tiempo indefinido, y no sólo durante dos meses, conforme a una redacción legislativa anterior.

Todo ello parece complicarse con los anuncios de una subida triple de los productos alimenticios el próximo 1 de agosto, aunque nadie aventura nada en Polonia sobre lo que ocurrirá después del congreso del POUP.

Este fin de semana están previstas varias inauguraciones de momunentos y lápidas conmemorativas de los sucesos de Poznan, que hace veinticinco años provocaron 75 muertos y llevaron al poder al primer secretario Wladyslaw Gomulka, quien perdió su puesto después de los acontecimientos de diciembre de 1970 en Gdansk y otras ciudades de la costa del Báltico.

En Radom y Ursus se celebró el jueves el quinto aniversario de las huelgas y manifestaciones del 25 de junio de 1976, cuando los obreros iniciaron las protestas contra las subidas de precios azordadas por el sucesor de Gomulka, Edvard Gierek, que tambi¿ri perdió su puesto tras las huelgas del pasado agosto en el Báltico.

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En los actos de la ciudad de Ursus, complejo industrial surgido en torno a la fábrica de tractores en las cercanías de Varsovia, un sacerdote dijo en el sermón de la misa, ante miles de trabajadores, que la salvación de la nación polaca depende hoy de "Cristo, la madre de Dios, el papa Juan Pablo II y el sindicato independiente Solidaridad".

Lucha en el partido

Paralelamente a estas celebraciones, el partido (POUP) continúa sumido en una fuerte lucha electoral, cara el 9º congreso extraordinario, convocade para el próximo 14 de julio.

En Poznan, donde surgIó reciéntemente un nuevo foro de orientación prosoviética, la conferencia provincial dura ya tres días. El miembro del Buró Político Tadeusz Grabski, de la llamada línea dura, que en el último pleno del Comité Central pidió la dimisión del primer secretario, Stanislaw Kania, tuvo un fuerte enfrentamiento con las bases.

Grabski abandonó dos veces la conferencia por oposición a las decisiones tomadas, y regresó después de telefonear a Kania, que tuvo que intervenir en funciones de mediador.

Las bases del POUP exigen que los delegados al congreso sean elegidos por sus organizaciones de base desde la primera votación y no en las elecciones a nivel de ciudad o provincia. Los nuevos reglamentos electorales han provocado que en alguna provincia no haya sido elegido ni uno solo de los actuales dirigentes provinciales del POUP, lo que equivale al fin de su carrera política.

En la importante conferencia de Katowice, en el corazón de Silesia, con 350.000 afiliados, una de las zonas más importantes de influencia del partido, fue reelegido el duro Andrezj Zabinski, secretario local y miembro del Buró Político. Kania se pronunció a favor de Zabinski, lo que parece indicar que la actual dirección del POUP intenta mantener una posición integradora de todas las tendencias del partido. Sería peligroso actualmente en Polonia expulsar a los duros de todos sus puestos, porque quedarían con las manos libres para pedir ayuda a los partidos hermanos.

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