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El mundial de ajedrez, en peligro de suspensión

El Campeonato del Mundo de Ajedrez, que debía comenzar a disputarse el próximo día 19 de septiembre en Merano (Italia), entre el actual titular, el soviético Anatoly Karpov y el apátrida, ex soviético, actualmente residente en Suiza, Victor Korchnoi, ha sido aplazado un mes, en principio, según comunicación de la Federación Internacional (FIDE). El motivo argüido por la propia FIDE es que las autoridades soviéticas no han autorizado (al no conceder los visados pertinentes) a abandonar la URSS a la esposa y al hijo de Korchnoi, condición exigida por, éste para jugar. El encuentro, al no ceder ninguna de las partes, está en grave peligro de suspensión definitiva.El jugador, que renunció a la nacionalidad soviética, y desde 1976 vive en Suiza, ha pedido reiteradamente que su mujer, Bella, y su hijo, Igor, puedan estar junto a él, pero hasta ahora las autoridades soviéticas no han accedido, dentro de la presión que mantienen contra el disidente. Por si fuera poco, su hijo, que ingresó en el servicio militar en 1979, intentó escapar, fue arrestado y enviado a una prisión.

Bajo estas circunstancias, el presidente de la Federación Internacional de Ajedrez, el islandés Friederick Olafsson, ha declarado que Korchnoi se encuentra en desventaja en la lucha por el título, que ya perdió en una primera oportunidad frente al mismo Karpov, el cual retuvo su entorchado en Baguío (Filipinas). Entonces fue la primera defensa de Karpov, tras haber conquistado el título por la renuncia del norteamericano Bobby Fischer a jugar. A éste le llevaron sus excentricidades, cuando era -y es- considerado el mejor jugador mundial, a la retirada absoluta del ajedrez, decisión que no habla demasiado bien de sus facultades mentales. En Baguío, Korchnoi mantuvo una prolongada protesta contra las supuestas maquinaciones parapsicológicas llevadas a cabo por el equipo de Karpov, que no fueron aceptadas por los jueces de la contienda.

Ahora, nuevamente, el jugador apátrida se ha clasificado para retar al campeón después de ganar sin problemas el torneo de candidatos. En la final venció al alemán occidental, Robert Huebner, otro jugador de extraña e introvertida personalidad, que no pudo soportar la presión de las partidas y acabó retirándose sin haberse jugado todo el encuentro, aunque ya iba perdiendo claramente. Las virtudes como ajedrecista de este profesor no son, evidentemente, compatibles con la «alta competición ajedrecística», donde la influencia de una gran preparación, no sólo mental, sino también física, para soportar largas esperas y partidas, resulta fundamental.

El presidente de la FIDE, Olafsson, anunció que, en principio, la disputa por el título se aplaza un mes, hasta el 19 de octubre, «confiando que para esa fecha, tanto la esposa como el hijo del aspirante se encuentren con él. En realidad, a sabiendas de que esa era la condición imprescindible puesta por Korchnoi para jugar contra Karpov (dentro de su contraofensiva hacia la URSS, que siempre le difamó por su origen judío), Olafsson ha hecho ya varios intentos para solucionarlo. Una suspensión del match por el título mundial sería gravísima para la cumbre del ajedrez,

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