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Reportaje:BOLIVIA: COCAÍNA Y GOLPE DE ESTADO/ Y 3

La "conexión nazi", tan importante para el golpe militar como para el tráfico de cocaína

La vida de Altmann transcurre entre su departamento del edificio Jazmín, en la calle del 20 de Octubre, de La Paz, y su hacienda en Santa Cruz.En los años setenta, Altmann estrechó vínculos con el Gobierno de Hugo Bánzer y, según la revista alemana Stern, viajó por toda Europa con un pasaporte diplomático extendido por el Gobierno boliviano. También negoció la importación de carros de combate, camiones y armas ligeras para las fuerzas armadas bolivianas. En época de Bánzer, como ahora con García Meza, Altmann entrenó a fuerzas paramilitares y a personal del ejército en el manejo de armamento. Mantiene una estrecha amistad con su ex alumno Luis Arce Gómez.

En 1974, el Gobierno francés pidió la extradición de Altmann, bajo los cargos de «asesinato y complicidad en secuestros arbitrarios, seguidos de deportaciones de cientos de ciudadanos, muertos como resultado de las torturas y actos bárbaros ... ».

La demanda de extradición de Altmann fue negada por las cortes judiciales bolivianas, pese a que el Gobierno francés presentó la evidencia de sus crímenes y pruebas de que Altmann entró en Bolivia con documentación falsa, la misma que utilizó para obtener la ciudadanía del país.

Para garantizar su seguridad personal, el gobierno de Banzer y los regimenes posteriores le dotaron de escolta armada. Frecuentemente se le ha visto caminar por las calles de La Paz, sentarse a tomar café en las principales cafeterías y terrazas. Todavía hoy, cuando entra al Ministerio del Interior, los soldados le saludan militarmente. Altmann dijo al reportero de Stern que «siempre que necesitan ayuda o una opinión, ellos (el Gobierno) me llaman. Tengo una reputación muy buena».

Nazismo y dinero

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La comunidad nazi ha jugado un importante papel, en la posguerra, en la política y la economía de Bolivia. Uno de los antiguos nazis mejor acomodados es Joaquin Herrmann, millonario, propietario de uno de los más importantes edificios de La Paz, que lleva su nombre .

Otro destacado antiguo nazi, que mantiene estrechas relaciones con el Gobierno de García Meza, es Federico Nielsen Reyes, el traductor oficial al español de Mi lucha de Adolfo Hitler. Tiene acciones en el periódico oficialista El Diario, de La Paz. El y su hijo Roberto Nielsen Reyes mantienen estrechas relaciones con los nazis y grupos de neonazis en Bolivia. En 1970, Federico estuvo comprometido en un gran escándalo en Alemania, ampliamente divulgado. Según la revista Stern, vendió su título de cónsul de Bolivia en Frankfort al dueño de una zapatería, con la condición de que el «nuevo cónsul» le comprara un caballo para competir en los Juegos Olímpicos de 1972. Cuando el escándalo llegó a Bolivia, fue obligado a volver. En La Paz fundó una escuela de equitación, a la que el general García Meza, un aficionado al hipismo, realiza frecuentes visitas.

Roberto Nielsen Reyes participó activamente en la planificación del golpe del 17 de julio. Por sus servicios fue premiado con el cargo de jefe de seguridad de García Meza y ayudante administrativo del palacio de Gobierno. Tiene reputación de play boy y, según la esposa de un diplomático extranjero, con frecuencia ha concertado citas de funcionarios de Gobierno con mujeres. Fue Roberto Nielsen Reyes quién, a principios de marzo, juntamente con otras seis personas, acompañó a la señora Olma Cabrera de García, esposa del presidente, en un supuesto viaje a España. En realidad, el punto de destino era Zurich, vía Madrid, y el objeto del viaje, arreglo de «negocios bancarios» en Suiza.

Antiguos nazis y nuevos nazis en Bolivia establecieron una gran base en Santa Cruz y han participado activamente en el tráfico de drogas. El lugar de reunión de los miembros de la comunidad alemana de Santa Cruz es el club Bavaria, en la calle de Bolívar, en pleno centro de la ciudad. El propietario del ctub es un íntimo amigo de Roberto Suárez Gómez.

Cómo se mueve la cocaína

Alfredo Pinto Landivar, propietario de una flotilla de avionetas y de uno de los pocos helicópteros existentes en Santa Cruz, es representante de ventas en Bolivia de la compañía americana de aviación Beechcraft.

Fuentes seguras le señalaron como larga y estrechamente vinculado a la exportación de cocaína, transportada en sus aviones hasta pistas clandestinas en Colombia. Un avión de su propiedad, número de serie CP 1639, fue decomisado por autoridades colombianas meses atrás, cuando transportaba una cuantiosa carga de cocaína. Pinto continúa operando fuera de Santa Cruz y las autoridades bolivianas no investigaron el accidente del avión, pese a que fue ampliamente divulgado. El aeropuerto en el que opera Pinto fue comprado a Alfredo Cutuchi Gutiérrez por un valor de tres millones de dólares Pinto lo reinauguró el año pasado en una ceremonia a la que asistieron el presidente García Meza, e comandante de la Fuerza Aérea Bernal, y otras altas autoridades del régimeh militar.

Arce Gómez y Salomón, a su vez, son copropietarios de una compañía de taxi-aéreos, con un total de doce aviones, que transportan segularmente cocaína a Colombia. Dos de sus aviones, de acuerdo con los informes citados de la DEA, se estrellaron recientemente cuando transportaban, en conjunto, cerca de 1. 100 kilos de la droga.

Paralelamente a los vuelos hacia Colombia, un medio cada vez más popular y frecuente de transporte es el de las barcazas que viajan a través de la red fluvial en el Amazonas, partiendo de los puertos bolivianos Suárez, Villarroel y Guayaramerín, cercanos a la frontera con Brasil. Los puntos de desembarque son Leticia, en Colombia, y Manaos y Campo Grande, en Brasil.

Varios meses atrás, un regimiento del Ejército encontró en Carcajes, en la provincia de Cochabamba, a tres americanos y cinco bolivianos operando una planta procesadora de cocaína, «altamente sofisticada». Uno de los americanos, ex paracaidista de Vietnam, fue muerto, y los otros dos detenidos. Ninguno fue identificado hasta ahora. La planta funcionaba, sin embargo, desde 1978, cuando el entonces ministro del Interior en el Gobierno del presidente Pereda, coronel Faustino Rico Toro, dio su total protección a los operadores. Rico Toro fue designado jefe de Inteligencia del Ejército por Garcia Meza después del golpe de julio de 1980. Su relación con Arce Gómez es muy conocida en Bolivia y existe el convencimiento de que las mayores operaciones realizadas por Arce no habrían prosperado sin la protección, además muy bien pagada, de Rico Toro.

Otro método utilizado es el del servicio personal de correos, muchos de los cuales son mujeres traficantes ocasionales, a las que se paga por cada viaje que hacen a Colombia, Venezuela o Estados Unidos. Hasta hace poco, principios de marzo, se encontraban detenidas cinco mujeres hispanohablantes en cárceles bolivianas, algunas acompañadas por sus hijos. Fueron detenidas por funcionarios de narcóticos de Bolivia y Estados Unidos, cuando llevaban droga, pegada a su cuerpo, en diversas cantidades. Todas fueron procesadas de acuerdo con las leyes bolivianas y recientemente obtuvieron la libertad.

En febrero de este año, el régimen militar boliviano anunció reiteradamente una guerra total contra el comercio y tráfico de cocaína, y pidió de nuevo a la Oficina de Narcóticos de Estados Unidos (DEA) que reanude su programa de ayuda a Bolivia, bruscamente suspendido después del golpe del 17 de julio de 1980.

Washington ha enviado recientemente dos agentes de la DEA para observar la situación antes de tomar una decisión. El general García Meza anunció que las propias fuerzas armadas encabezarían la campaña antidroga. Desde entonces se han realizado algunas acciones limitadas en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, donde, en medio de gran publicidad, se descubrieron pequeñas y grandes plantas procesadoras de cocaína o pequeños laboratorios recientemente abandonados.

Los actuales gobernantes bolivianos, que ejercen el poder en uno de los momentos más dramáticos y críticos de la historia económica nacional, con una deuda externa superior a los 3.500 millones de dólares y una declinante producción de estaño, fuente principal de divisas, necesita desesperadamente el reconocimiento diplomático de Estados Unidos y su ayuda.

Las recientes acciones antidroga han sido dirigidas principalmente hacia los pequeños y ocasionales productores, o hacia aquellos otros de importancia, pero que entraron en competencia con las operaciones dirigidas desde el Gobierno. También, finalmente, contra otros que no desean o no pueden cumplir con las cuotas de pago establecidas por funcionarios del régimen

Una muestra de la falta de sinceridad gubernamental en esta cruzada antidroga se refleja en los dos últimos nombramientos de los responsables de la Oficina de Narcóticos de Bolivia: el coronel David Fernández, nombrado en marzo comandante de la Oficina Nacional de Narcóticos, ha sido acusado de tener conexiones con el negocio de la cocaína, mientras que el también coronel Arturo Doria Medina es adicto a la droga.

El negocio de los "Mirage"

El comandante de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) y miembro de la Junta Militar que gobierna el país, general Waldo Bemal, tiene interés en lograr un potenciamiento de la FAB, cuya fuerza actual se limita a algunos viejos T-33, aviones de combate F-86 y Xavante brasileños, adquiridos hace poco para entrenamiento. En opinión de Bernal, Bolivia necesita aviones supersónicos, motivo por el que se han iniciado negociaciones con franceses y soviéticos. Para integrar la nueva FAB han entrado en competencia los Mirage, los SU- 19 y los Mig-23, y parece que los primeros ganan la batalla.Altas fuentes militares bolivianas han mostrado a los autores de este reportaje una copia de la oferta hecha por Dassault, el fabricante francés: un folleto en cuya cubierta se observa el mapa de Bolivia. Mapa muy peculiar, porque muestra el desierto y la costa marítima del norte de Chile como parte del territorio boliviano. Esta región fue conquistada por Chile durante la guerra del Pacífico, en 1879, pero Bolivia nunca ha querido asumir esta pérdida y anhela aún lograr su reconquista. El folleto muestra también las ventajas de un Mirage en una misión de bombardeo en la ruta La Paz-Santiago.

La falta de recursos económicos durante los Gobiernos de Walter Guevara y Lidia Gueiler Tejada fue aparentemente el freno que impidió cerrar el negocio. Pero existen informes fidedignos sobre la reciente firma de una carta de intenciones y la promesa de la FAB de comprar once aviones Mirage, repuestos para los mismos y un programa de entrenamiento completo.

El costo total será del orden de los 250 millones de dólares, pagaderos a plazos, en gran medida con los beneficios, derivados de los servicios de transporte y «protección» en losaeropuertos a la actividad ilícita de la cocaína y a un nuevo programa de cultivos de hoja de coca y procesamiento en la región de Apolo, en los flancos orientales de los Andes, al norte de La Paz.

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