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No hay fuga de 1.200 millones de dólares, sino retraso en el reintegro de divisas por exportación

La publicación del último informe de la Asesoría Empresarial Bancaria (AEB), que ponía de manifiesto un desfase de 1.200 millones de dólares en el registro de caja del Banco de España por exportaciones, ha despertado un gran malestar en medios económicos oficiales y ha provocado una nota de precisiones de la propia Asociación Española de Banca Privada. La «posible fuga de divisas» (EL PAIS, 7-IV-1981), a que hacía alusión el asesor de la Asesoría Empresarial Bancaria, José Teigeiro, fue circunscrita ayer por el mismo a «un retraso en el reintegro de divisas por operaciones de exportación».

José Teigeiro señaló ayer a este periódico que el problema del desfase existente de 1.200 millones de dólares no puede atribuirse a salida física de billetes en una maleta, sino a un fenómeno de retraso en los ingresos, que puede ser legal hasta los noventa días de plazo autorizado generalmente en estas operaciones. Este retraso -ya que aún no puede hablarse de no reintegro definitivo- puede obedecer, según el asesor de la AEB, a tres razones distintas: a una operación escaparate realizada por las empresas españolas que elevan la cifra de ventas al exterior por ajustar sus balances a fin de año; a la calidad y fiabilidad de las cifras de Aduanas y, por último, a un movimiento especulativo por el cual el retraso en los reintegros es premiado generosamente por la continua apreciación del dólar con respecto a la peseta. Si el exportador en estas circunstancias (de 74,5 pesetas/dolar en octubre de 1980, a 89 pesetas/dólar el 18 de febrero, por ejemplo), retrasa hasta noventa días su reintegro, no cabe duda de que los beneficios adiccionales por el riesgo cambiarlo son bastante sustanciales.Este tipo de desfases entre exportadores y registro de caja se considera en el lenguaje internacional -según Teigeiro- como fuga de capitales. Sin embargo, en España esta palabra ha quedado reservada en el Código Penal para la salida ilícita de billetes. Para constatar si se trata de retraso especulativo o de evasión definitiva de capitales habrá que esperar a las cifras oficiales del registro de caja del Banco de España en febrero y marzo de 1981.

Un alto cargo de la Administración afirmó ayer -insistiendo en permanecer en el anonimato- que una gran parte del desfase detectado por Teigeiro se debe a los defectos no corregidos en la elaboración de las estadísticas de la Dirección General de Aduanas, dependiente del Ministerio de Hacienda -«aunque esto no puedo decirlo oficialmente»- y no a una evasión real de capitales. Mientras la pérdida de reservas en 1980 fue de 649 millones de dólares, el presidente de la AEB, Rafael Termes, cifró recientemente ante la Asamblea Nacional de Banca su proyección para 1981 en una pérdida de divisas de 2.500 millones de dólares.

Precisiones de la AEB

«Si por fuga de capitales en España se entiende sacar físicamente billetes al exterior, esta conclusión no se contiene ni en forma directa ni indirecta en la última nota sobre la evolución monetaria al 28 de febrero de 1981, según una precisión de la asesoría económica de la AEB, dada a la prensa ayer. Dicha nota contiene algunos pasajes que se refieren al conocido fenómeno de los leads y lags del comercio exterior, es decir, a los adelantos y retrasos en los pagos y cobros de importaciones y exportaciones, con especial énfasis en los movimientos de capital relacionados con la exportación».

«En uno de ellos, al analizar los ingresos por exportaciones en diciembre de 1980 y enero de 1981, según el registro de caja del Banco de España, comparados con los movimientos físicos de mercancías exportadas, se observó -según la nota de la AEB-, que, si bien a causa de la falta de los datos de aduanas correspondientes a enero, es "difícil deducir si el pésimo comportamiento del ingreso en las exportaciones se debe fundamentalmente a retrasos en el reintegro de dichos ingresos, lo que sí es claro es que las fuertes exportaciones de bienes de diciembre no se han reflejado en un aumento del ingreso". Los datos en que se apoyan estas observaciones del asesor económico de la Banca figuran en el cuadro adjunto y su validez descansa en que se confirmen las últimas cifras dadas por aduanas y registro de caja del Banco de España».

«En otro pasaje de la nota, donde se valoraba el descenso en la captación de ahorro financiero por el sistema crediticio, se refuerza la misma idea, al decir: «Una parte del problema parece residir en flujos de capital al exterior de cierta importancia, como parece detectarse en el hecho de que el incremento en las exportaciones de bienes de diciembre no se ha reflejado en los ingresos de divisas captados por el registro de caja, ni en aquel mes ni en enero"».

«Por tanto», siempre según las precisiones de la AEB, «aunque el hecho es importante por la magnitud de las diferencias que recientemente se observan entre los movimientos físicos de mercancías y los ingresos de divisas, lo cual es un indicador del desequilibrio en los tipos de interés interiores y exteriores, así como del riesgo cambiario, de ello no se puede concluir que la nota de la asesoría económica de la AEB haya aludido a un problema legal de fuga de divisas. Lo único que se ha señalado es la magnitud que, en los últimos meses, ha adquirido un fenómeno familiar a todos los conocedores del comercio exterior, cual es el retraso en el ingreso de las exportaciones y el adelanto en el pago de las importaciones, que se presenta siempre que, como probablemente sucedió en diciembre y enero últimos, la relación existente entre las condiciones del mercado interno y las del externo lo hace atractivo».

«Estos anticipos de los pagos por importaciones y retrasos de los ingresos por exportaciones, dentro de los plazos permitidos, es un fenómeno totalmente legal, aunque », termina el comunicado de la AEB, «no por ello deja de incidir en la balanza de capitales».

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