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El nuevo jugador madridista les regalará un piso a sus padres Ito: "He resuelto mi futuro"

«Fichar por el Madrid es como llegar al cielo. Todavía no me lo creo», ha dicho Andrés Alonso Ito al comentar para EL PAIS su fichaje como jugador madridista. «Yo creo que he resuelto de alguna manera mi futuro y mi padre y mi hermano también dicen que están muy bien las condiciones del contrato». El joven jugador ya no tendrá problemas para pagar el piso que quiere regalarles a sus padres. «El Salamanca me había anticipado un millón de pesetas para la entrada». Ito lo ha devuelto con creces: ha perdonado al club salmantino el porcentaje que le correspondía del traspaso.En el equipo unionista, con el que esta temporada terminaba su contrato, Ito tenía 350.000 pesetas de ficha anual más medio millón si jugaba diez partidos, cifra que ha rebasado. Con el Real Madrid ha establecido unas cantidades progresivas que se niega a revelar durante los cinco años de contrato. «Yo no estoy muy metido en eso, pero no sé si hubiera costado más de haber sido, además de rubio, alemán».

Ito tiene aspecto frágil -«en esta temporada he cogido ocho o nueve kilos, pero me hacen falta dos o tres más»-, cara de niño -«en España no hay muchos jugadores con diecinueve años que puedan jugar en el Madrid»- y manos rudas -«empecé a trabajar a los catorce años porque en mi casa hacía falta para comer».

Pertenece a una familia de cinco hermanos y dice que su padre seguirá trabajando, «pero no sé durante cuanto tiempo. Si él quisiera ahora mismo dejaba de hacerlo o, al menos, podríamos buscar un trabajo un poco mejor». Ito está dispuesto, si no se adapta a vivir en Madrid, a llevarse con él a sus familiares.

Admirador de Juanito

Ito vive unos días que le parecen de sueño. Se confiesa admirador de Juanito y dice que va a trabajar porque tiene mucho que aprender. «Me falta casi todo y me sobran regates. Pero voy a regatear menos porque desde juveniles ya he corregido mucho ese defecto».El teléfono de su casa no ha dejado de funcionar desde que se conoció la noticia de su fichaje. «Estoy asfixiado, me llaman desde Barcelona, desde Madrid, desde todas partes. Ya no sé qué decir». Su madre, incapaz de ocultar su satisfacción, agradece a todos el interés.

«Al salir de la escuela, a los catorce años, empecé a trabajar en una empresa de materiales de construcción, como mi padre». Eran sus tiempos de jugador del Forterra. Entonces se interesó por él el Spórting de Gijón y acabó en el Salamanca recomendado por el propio equipo asturiano, dadas las buenas relaciones entre ambos clubes y el interés gijonés por Rezza.

Pasó una temporada en el Salmantino. «Entonces dejé de trabajar porque quería tomarme el fútbol en serio». Tenía una ficha de 200.000 pesetas y un sueldo mensual de 26.000. Todos le auguraban un porvenir brillante. Durante la pasada temporada estuvo cedido en el Palencia y antes de finalizar la campaña fue repescado por el Salamanca, «porque si llego a jugar cinco partidos más hubiera pasado a depender del equipo palentino».

Ito recuerda ahora que el marcaje más duro que ha sufrido se lo hizo Julio Alberto que, sin embargo, «fue quien mejor me recibió cuando acudí a la selección sub-21; es un chaval fenomenal». Al terminar la entrevista, Ito solicitaba: «Arréglemelo usted un poco. Yo no tengo mucha cultura». Pero él asegura que cuando llegue a Madrid intentará hacer algo en ese terreno y aprovechar las oportunidades que antes se le negaron.

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