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Las empresas estibadoras de Barcelona amenazan con cerrar el puerto

La Asociación de Empresas Estibadoras de Barcelona anunció ayer la posibilidad de cerrar el puerto de esta capital en el caso de persistir la actual situación de conflictividad laboral. La advertencia fue hecha pública mediante un comunicado en el que relataban una serie de incidentes producidos al intentar diversas empresas contratar personal fijo del censo para integrarlos como fijos de plantilla. Por otro lado, CC OO y UGT mantuvieron ayer una reunión con el director general de Puentos, Pascual Pery, sin que al cierre de esta edición trascendiera le) tratado.

Según han relatado fuentes empresariales, las empresas estibadoras de Barcelona solicitaron ayer personal fijo del censo de la OTP para integrarlos como fijos de plantilla. La petición fue hecha en base a la circular número 6/81 sobre actuación de la OTP como oficina especial de empleo. De acuerdo con estas fuentes, se presentó en las oficinas de las empresas un número de estibadores muy superior al solicitado, que «ocuparon las dependencias, provocando algunos desperfectos en las mismas y amenazando a los que en aquel momento se encontraban en las oficinas».«Ante las presiones de todo tipo», añadieron, «las empresas se vieron obligadas a renunciar a la contratación». En un comunicado hecho público ayer, la Asociación de Empresas Estibadoras de Barcelona denunciaba la «situación de total anarquía y desorden que impera en el puerto y la escasa repercusión de las medidas que hasta el presente han adoptado las autoridades centrales para imponer una solución viable, lo que hace imposible que la tranquilidad y la normalidad laboral portuaria se establezca con urgencia en nuestro puerto ».

El comunicado continúa diciendo que, «dado que el problema portuario tiene un carácter político que escapa a las empresas estibadoras portuarias de Barcelona, éstas se reservan el debatir entre sus miembros la posibilidad de cerrar el puerto de Barcelona a toda operatividad portuaria, en tanto en cuanto no se establezca, de una forma definitiva, la normalidad ».

En fuentes sindicales no fue posible confirmar el alcance de los hechos, aunque se señaló que «mientras no se resuelva el tema de los 172 despedidos, no podremos lograr una solución al conflicto», añadiendo que «era responsabilidad de las empresas el que se produjeran cosas como estas».

Los incidentes de Barcelona, según fuentes empresariales, no son los primeros que se producen. En este sentido, en los citados medios indicaron que Contenemar de Tenerife, empresa sobre la que pesaba hasta ayer una huelga indefinida por parte de los estibadores, «había sido sistemáticamente boicoteada al so licitar personal de la OTP que no recibía. Ante esta situación se exigió la presencia de un notario para que levantara acta y fue ex pulsado de las oficinas por los propios estibadores, advirtiéndole que «no volviera por allí».

Hechos similares fueron denunciados recientemente por Anesco en escritos dirigidos a los ministros de Interior, Obras Públicas y Urbanismo, y Trabajo, en los que relataban las irregularidades que, a su juicio, se estaban produciendo en Tenerife, donde algunas empresas, «ante la total pasividad de las autoridades locales, que imposibilitan la adopción de medidas disciplinarias, se vieron en la necesidad de suscribir un documento en el que se recogen acuerdos que conculcan de manera grave la legalidad en vigor».

De acuerdo con los escritos de denuncia, el documento fue redactado bajo la presidencia del delegado de Trabajo de Tenerife y del delegado de la OTP y «con la complacencia del gobernador civil». El acuerdo, sin embargo, no ha sido suscrito aún por los estibadores.

Silencio de la Administración

La reunión prevista para hoy entre la Asociación de Empresas Consignatarias (Anesco) y CC OO, UGT y Coordinadora no había recibido ayer confirmación oficial, y fuentes empresariales señalaban la irregularidad del procedimiento seguido hasta ahora.

El conflicto portuario no parece, a tenor de las informaciones recogidas, tener visos de solución inmediata, y los incidentes de Barcelona podrían enrarecer aún más las relaciones entre las partes. La Administración guarda un silencio absoluto sobre el tema, limitándose a mantener reuniones informales con los representantes de los trabajadores y anunciando el inicio de nuevas negociaciones, sin que hasta el momento haya confirmado de forma oficial las mismas.

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