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Ante el II Congreso de UCD

Los dos sectores de UCD se enfrentarán en la elección del ejecutivo del partido en el congreso de Mallorca

El grupo que encabeza Adolfo Suárez y el sector crítico de Unión de Centro Democrático (UCD) se enfrentarán, casi con toda seguridad, en la elección del comité ejecutivo del partido en el congreso que comienza mañana. Cada uno de los dos grupos llevará su propia candidatura a la elección, al no haberse logrado un acuerdo de integración. Landelino Lavilla puede encabezar la lista de los críticos. La cuestión de la crisis de Gobierno ha pasado a un segundo plano, una vez que parece garantizada la candidatura de Leopoldo Calvo Sotelo a la Presidencia.

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La posibilidad de una lista de integración, deseada por los críticos para evitar un enfrentamiento que perjudicaría las buenas posiciones del sector de cara a la formación del nuevo Gobierno, quedó rota en la reunión que en la noche del martes celebraron en la Moncloa representantes de ambos sectores. Por el oficialista estaban Fernando Abril, Pío Cabanillas y Rafael Arias Salgado, y por el crítico, Ignacio Camuñas, Oscar Alzaga y Antonio Fontán.Según fuentes de los críticos, fue imposible el acuerdo por la intransigencia de Abril y Arias, que exigieron la rendición incondicional del otro sector para hablar de acuerdos. En todo caso, el sector mayoritario ofrecía a los críticos un 15% de puestos en el comité ejecutivo, aunque Martín Villa y Pío Cabanillas serían partidarios de un reparto 70%/30% entre los dos sectores.

Tampoco quedó clara la posibilidad de comenzar el congreso con un pacto de caballeros que evite un enfrentamiento sin paliativos. No obstante, se estima que cada sector tratará por su parte de evitar posiciones maximalistas a este respecto.

Ayer, en esta situación, estaba prácticamente perfilada la lista del sector mayoritario. Irá, en principio, encabezada por Agustín Rodríguez Sahagún, como candidato a presidente del partido, aunque su abandono del cargo de ministro de Defensa planteará un vacío difícil de llenar. Como número dos iría el secretario general, Rafael Calvo, si bien al puesto de éste aspira también Jaime Lamo, que desea abandonar el en estos momentos problemático Ministerio de Agricultura y Pesca. También Martín Villa aspiraría a un puesto en el partido, probablemente la propia presidencia.

El número tres sería Adolfo Suárez, seguido de Calvo Sotelo. El resto de la lista lo integrarían los actuales miembros del ejecutivo -excepto, naturalmente, los críticos-, más otros líderes escogidos por su especial fuerza en provincias. Entre éstos se encontrarían Jesús Sancho Rof, Antón Cañellas, Lorenzo Olarte, Jerónimo Albertí, Juan Manuel Reol y Félix Manuel Pérez Miyares. José Luis Meilán, según las fuentes informantes, se habría negado a entrar.

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Landelino Lavilla, en la lista "critica"

En cuanto a la lista crítica, no están acordados más que los criterios de elaboración, y ello porque este sector defenderá en el congreso una sensible reducción del número de miembros del comité ejecutivo. Los criterios aludidos son el reparto igualitario entre los distintos grupos que integran el sector, y la inclusión de representantes territoriales.

Pese al alejamiento observado en los últimos días entre este sector y su líder original, Landelino Lavilla, las últimas informaciones apuntan que dentro del sector se ha pedido que todos los dirigentes asuman su responsabilidad. Bajo esta presión, Lavilla podría encabezar la lista del sector crítico.

Asimismo, otras fuentes centristas han apuntado la posibilidad de una tercera candidatura, formada por dirigentes descolgados, para la que se barajan los nombres de Eduardo Punset, Alberto Oliart y José Luis Alvarez, entre otros. No obstante, en medios del partido se interpreta la aparición de esta, candidatura como un posible elemento perturbador, ya que podría dispesar votos, favoreciendo a la lista mayoritaria nucleada por Suárez.

Problemas en el grupo liberal

Por otra parte, en el sector crítico se mantienen algunas discrepancias, especialmente por las diferencias de posibilidades y la colocación política de los distintos líderes. Especialmente, Eduardo Merigó se ha desmarcado del componente cristiano del grupo liberal, tras la reunión celebrada el pasado lunes en Madrid, en la que quedaron como únicos portavoces liberales Antonio Fontán e Ignacio Camuñas.

Consecuencia de su desplazamiento ha sido la publicación por Merigó de un documento titulado «Notas para un liberalismo progresista», que ha sido distribuido por el Club Liberal. Hay que recordar que éste agrupa a personas vinculadas al antiguo partido de Joaquín Garrigues. El documento ataca lo que considera política de opresión cultural realizada por la Iglesia durante los pasados cuarenta años, y critica a las clases elevadas que, según afirma, son contrarias al divorcio y al aborto legales, porque son las únicas que han tenido medios económicos para practicarlos. Merigó pide en este aspecto la adecuación de nuestras leyes al entorno europeo.

Los compromisarios del congreso centrista comenzaron a viajar ayer a Palma de Mallorca. Adolfo Suárez y el resto del Gobierno en funciones viajarán hoy en vuelo regular. La mayoría de los compromisarios lo harán en charter, aunque anoche partió de Barcelona, por barco, una expedición de 290 personas.

La formación de nuevo Gobierno

La candidatura de Leopoldo Calvo Sotelo a la Presidencia del Gobierno aparece definitivamente consolidada, ya que nadie en este momento hace cuestión de la misma. Los propios críticos, que fueron en un determinado momento los más reticentes, están especialmente interesados ahora en que el tema Calvo Sotelo no se convierta en una maniobra de distracción en el congreso de Palma.

Fuentes próximas a Leopoldo Calvo Sotelo afirman que el candidato no mantendrá negociación alguna sobre el futuro Gobierno hasta después de haber obtenido el voto de investidura. Sin embargo, al mismo tiempo que se hacían estas declaraciones, Calvo Sotelo llevaba a cabo una intensa actividad negociadora, todavía superior a las de días pasados.

Al margen de las negociaciones que otros miembros del actual Gobierno lleva a cabo con las minorías vasca y catalana, Calvo Sotelo, que el martes se entrevistó personalmente con Fraga y Areilza, ayer recibió a los críticos Oscar Alzaga y Miguel Herrero; a los ministros Pío Cabanillas, José Pedro Pérez-Llorca, Juan Antonio García Díez, Luis González Seara y a los ex ministros Juan José Rovira y Carlos Bustelo.

Parece descartarse la entrada de CD en el Gobierno

Diversas fuentes centristas consultadas descartan que, pese a las buenas relaciones personales de Leopoldo Calvo Sotelo con Fraga, Areilza y Osorio, vaya a ceder a las exigencias, especialmente del primero, de dar entrada en el futuro Gobierno a hombres de Coalición Democrática a cambio del apoyo de este grupo en la investidura. Fraga -que se ha visto ya en dos ocasiones con Calvo Sotelo- intenta convencer a éste de que ha llegado el momento de establecer, mediante un pacto de Gobierno, las bases de la gran derecha, UCD y Coalición, que deben comparecer juntas en las próximas elecciones generales. Consciente de que este va a ser un Gobierno de corta duración, pero en cualquier caso el Gobierno anterior a las elecciones, Fraga presiona fuertemente para estar en él.

Calvo Sotelo aspira a formar un Gobierno monocolor con los apoyos parlamentarios de Coalición Democrática y de las minorías vasca y catalana. De momento no ha asumido personalmente la negociación con dirigentes de estas dos minorías, aunque se sabe que la negociación está en marcha. Martín Villa y Pío Cabanillas tienen un activo papel en los contactos que se están llevando a cabo.

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