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Ferrer Salat hace un llamamiento a la unidad empresarial

Carlos Ferrer Salat, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales, realizó ayer, en el transcurso de la asamblea general de esta organización, un llamamiento a la unidad -«profundizada y fortalecida»- empresarial. Al finalizar su largo discurso, en el que expuso sus puntos de vista sobre diversos aspectos de la actualidad política y económica, una intensa y larga ovación confirmó que el actual presidente no tendrá oponente en las elecciones que después del verano celebrará la CEOE.

Carlos Ferrer, en el transcurso de su intervención ante la asamblea general de la CEOE, celebrada ayer en Madrid con asistencia de medio millar de empresarios, manifestó que la crisis actual «es algo más que una crisis, es una mutación; y esto es así porque cuando acabe nada volverá a ser como antes».En su discurso, el presidente de la patronal cúpula hizo repaso de los temas económicos y políticos (véase página 16) de actualidad. Sobre el fin de la crisis manifestó que sólo sabemos «que los instrumentos utilizados hasta ahora, como los planes de desarrollo, ya no nos sirven, pues son válidos para épocas de calma, pero no funcionan ante lo imprevisible. Habría que hablar, más bien de desarrollo de la competitividad, y ésta puede ir marcada por la mejora de la productividad, por la renovación tecnológica y por el esfuerzo permanente de adaptación al cambio».

Clarificación sindical

Respecto a las elecciones sindicales últimas, destacó que han venido a clarificar el panorama sindical. «Una mayoría de votantes se ha inclinado», añadió, «por las opciones partidarias del diálogo y del entendimiento, al tiempo que aquellas que han asumido el enfrentamiento y la violencia como cauce de acción sindical han visto reducirse sus porcentajes, e incluso en algunas ocasiones han venido a desaparecer».El acuerdo-marco interconfe- un modelo de relaciones trabajador-empresario, redujo a una tercera parte las horas perdidas por huelga en el año pasado y llevó a las mesas de negociación temas hasta ahora nunca tratados -dijo Ferrer Salat-, como la necesaria productividad o la reducción del absentismo». «Pero el resultado ha venido a demostrar que los empresarios seguimos teniendo, a pesar de la situación, la buena voluntad necesaria para asumir este sacrificio en aras del entendimiento y la paz social».

Acerca de la evolución del desempleo, el presidente de la CEOE remarcó que «las previsiones indican que el ritmo de crecimiento del paro será menor este año que el pasado, y que en 1982 aún se reducirá más», pero «tenemos que ganarle la batalla al tiempo y llegar a cambiar el sentido actual de la desapancion de empleos antes de que el paro sea una carga insoportable».

La reactivación económica, añadió, debe ser selectiva en aquellos sectores que, creando puestos de trabajo, no produzcan inflación. «No han faltado en ocasiones voces que han acusado al empresario de no querer invertir. Pero en la mayoría de los casos sabemos que el empresario no hace sino gestionar el dinero ajeno, el dinero del pequeño inversor, al que retribuye por medio del beneficio de las empresas, y actualmente son muchos los ciudadanos que prefieren consumir o asegurarse una renta a invertir en empresas, con lo que deral (AMI), además de instaurar se conseguiría que éstas fueran mejores y generar nuevos puestos de trabajo».

Mayor presión fiscal

«Pero», concluyó, «¿cómo va a haber dinero para el empresario privado si el inversor consigue más rentabilidad al comprar deuda pública, cuando es este un dinero que se destina a sufragar los gastos consuntivos del Estado, y no a crear riqueza? El incremento de la presión fiscal», dijo a continuación, «cuyo principal objeto es en la actualidad financiar el gasto público corriente, resta capitales a la empresa privada».Por último, Ferrer Salat hizo un llamamiento a la clase empresarial para afrontar el futuro en estos términos: «Ante la perspectiva de una economía rota, ante la amenazada prosperidad de España, la sociedad pide de nosotros un supremo esfuerzo. Y yo os convoco a levantar de nuevo este país desde la esperanza y la solidaridad».

Impulsar las "locomotoras"

El presidente de la comisión de economía de la CEOE, Cerón Ayuso, hizo después uso de la palabra para exponer los objetivos de 1981, que, en resumen, son seguir impulsando las locomotoras de la economía, los planes sectoriales de exportación -en especial hacia Suramérica-, seguir peleando en los ámbitos fiscal y financiero, y, como puntos nuevos, defender la unidad económica y contribuir a readaptar el sistema productivo con el desarrollo de unos sectores y la reconversión de otros.Arturo Gil, presidente de la comisión de relaciones laborales, lamentó que no hubiera tenido éxito el intento de modificar la regulación laboral, porque los cambios en el Ministerio de Trabajo hacen difícil centrar los temas.

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