Obras Públicas proyecta hacer un embalse sobre el monasterio de San Pedro de Arlanza

Las autoridades civiles de Burgos han pedido al ministro de Obras Públicas y Urbanismo, en una reunión celebrada recientemente en Madrid, que se realice un estudio en profundidad sobre las posibilidades de bajar las cotas del pantano de Retuerta, para que, de esta forma, se salve el monasterio de San Pedro de Arlanza, situado en el valle del mismo nombre, cerca de Covarrubias y Santo Domingo de Silos. La petición ha sido formulada al tener conocimiento de que el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU) ha destinado noventa millones de su presupuesto a las obras del embalse.De esta forma, vuelve a tomar actualidad un proyecto que ha conocido dos dictaduras, una república y una monarquía constitucional, ya que se realizó bajo el desarrollismo de Primo de Rivera, y que actualmente está siendo objeto,de una campaña en contra por parte de organismos culturales y asociaciones ecológicas y culturales, en tanto en cuanto sumergiría las ruinas de San Pedro de Arlanza, monumento nacional fundado por Femán González en el 912, sobre una fundación anterior de mediados del siglo IX, obra del monarca asturiano Alfonso III el Magno. Aparte de la declaración de monumento nacional del monasterio, que se considera como cuna de Castilla, hay incoado un expedien te para la declaración de conjunto histótico-artístico al formado por el monasterio, la ermita de San Pelayo y todo su entorno. Las asociaciones ecologistas, por su parte, han pedido que se declare el valle de Arlanza parque nacional para proteger a las numerosa rapaces que viven en sus riscos.

La finalidad del pantano sería, por un lado, la regulación de aguas del río Arlanza, y, en consecuencia, del Duero, y, por otra, posibilitar el regadío de 15.000 hectáreas de terreno, del que se beneficiaría más la provincia de Palencia que la de Burgos. El alcalde, el presidente de la Diputación y el gobernador civil de Burgos se han pronunciado en el sentido de que si se plantease el dilema de o pantano o monasterio, se inclinarían a favor de este último; pero la Administración, que en este caso parece tan unida y coherente, no ha venido funcionando así, ya que, frente a los noventa millones que el MOPU va a invertir en el pantano, se encuentran los siete que la Delegación de Cultura ha invertido en los últimos meses en obras de conservación de las ruinas. La decisión final corresponde al Gobierno, pero previamente se tiene que pronunciar la Diputación, organismo que no hace un año que ha encargado las normas subsidiarias de uno de los pueblos que quedarían inundados por el agua.