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La mitad norte del país sufrió ayer el huracán más importante de los últimos 30 años

Un fuerte huracán, con vientos que en algunos momentos alcanzaron una velocidad de 110 kilómetros por hora, barrió ayer gran parte del norte y de la región centro de la Península, provocando numerosos accidentes, cortes de televisión y alarma general entre la población, sobre todo en Madrid capital, donde los bomberos realizaron unas quinientas salidas. A última hora de la noche, los daños causados por el violento vendaval todavía no habían sido evaluados, pero no se tenían noticias de desgracias personales.

El huracán tuvo su origen en una ola de aire frío del Norte que entró por la mañana en la Península, trayendo tras de sí fuertes vientos racheados. A lo largo del día, el vendaval se fue extendiendo desde las cuencas altas del Ebro y el Duero hasta la sierra de Guadarrama y comenzó a sentirse en Madrid capital a primeras horas de la tarde. Aunque al llegar a Andalucía había perdido ya gran parte de fuerza, su intensidad fue considerable incluso en las costas del Mediterráneo.Según datos de los servicios meteorológicos, en los últimos treinta años no se habían alcanzados estas velocidades de viento en la superficie terrestre en España. De acuerdo con las previsiones de los mismos servicios, hoy continuarán los vientos racheados en gran parte de la Península, pero ya con bastante menos fuerza.

Los efectos del viento huracanado se hicieron sentir con más intensidad en puntos de las provincias de Segovia, Avila y Madrid lindantes con la cordillera Central. Al sur de la sierra de Guadarrama fue donde los vientos alcanzaron velocidades próximas a los 110 kilómetros por hora.

En la provincia de Madrid los daños más espectaculares fueron los derrumbamientos de cornisas, caídas de antenas de televisión y roturas de toldos. La mayoría de las carreteras de la sierra norte de Madrid, donde se produjeron numerosos accidentes, sufrieron cortes de tráfico por la caída de gruesos árboles sobre la carretera. En las Navas del Marqués, un pino de grandes proporciones partió por la mitad una casa de una colonia de veraneantes, aunque no produjo ningún daño personal. En el centro de San Lorenzo de El Escorial, los árboles caídos impidieron a ratos la circulación de vehículos por las calles del pueblo.

En Madrid, el servicio de bomberos recibió cientos de llamadas, fundamentalmente de los barrios del distrito Centro, donde se produjeron derrumbamiento de cornisas. El servicio hubo de ser reforzado, y los bomberos tuvieron que hacer apuntalamientos de edificios en malas condiciones. Muros y viviendas en construcción sufrieron daños materiales de consideración. En el barrio de San Blas, la caída de antenas de televisión sobre cables del tendido eléctrico provocó cortes de luz.

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La zona centro, sin televisión

El viento obligó a los Reyes a efectuar un aterrizaje de emergencia

Los vientos destruyeron, por otra parte, uno de los pilares del repetidor de RTVE de la Bola del Mundo, en Navacerrada, que presta servicio de una amplia zona del centro del país. Toda la provincia de Madrid, gran parte del sur y suroeste de la capital, así comno extensas áreas de las provincias de Toledo, Segovia, Avila y Guadalajara quedaron prácticamente sin recibir imagen ni sonido.Solamente en los barrios del norte de la ciudad de Madrid se pudo ver la televisión gracias al pequeño repetidor instalado en la antigua emisora del paseo de La Habana. Se calcula, sin embargo, que la avería afectó a casi 2.500.000 madrileños.

Fuentes de RT-VE señalaron anoche a EL PAÍS que los destrozos podría estar subsanados para hoy domingo, aunque no podían asegurarlo.

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