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La Comisión Europea solicita "estado de crisis" manifiesta para el sector siderúrgico

Soledad Gallego-Díaz

En una decisión sin precedentes en la historia de la Comunidad Económica Europea, la Comisión ha acordado solicitar al Consejo de Ministros de los nueve, que se reúne hoy en Luxemburgo, la declaración de «estado de crisis manifiesta» para el sector siderúrgico. Este «estado de emergencia» industrial permitirá a la Comisión distribuir autoritaria mente las cuotas de producción y tendrá, sin duda, profundas repercusiones en las ventas de acero procedentes de países terceros, entre ellos España.El comisario Etienne Davignon, responsable de la industria comunitaria, explicó ayer en Bruselas las razones por las que se han decidido a plantear una actuación tan drástica y grave. A su juicio, la marcha del mercado siderúrgico en la Europa comunitaria es «intolerable» y, si no se adoptan inmediatamente las medidas restrictivas necesarias, las consecuencias a corto plazo serían «catastróficas».

Davignon recordó que ha mantenido a lo largo de los últimos tres meses varias reuniones con los principales productores de acero de Europa, sin que fuera posible llegar a un acuerdo voluntario.

El comisario expuso sucintamente la situación actual de la industria siderúrgica comunitaria. La demanda ha experimentado en el segundo trimestre del presente año «un descenso brutal».

Las existencias de acero han superado en el primer semestre de este año los tres millones de toneladas y los pedidos continúan bajando sin cesar (un 16,3% en el mes de julio). El índice de utilización de las instalaciones siderúrgicas europeas ha descendido después de las vacaciones veraniegas a un 58%, y todo ello cuando los costes de producción no dejan de aumentar a causa del precio de la energía. Primera e inmediata consecuencia: amenaza de despidos masivos y crecimiento espectacular del «paro parcial o técnico».

Ante esta situación auténticamente catastrófica y en evitación de peores males, la Comisión Europea está dispuesta a actuar draconiamente y pide al Consejo de Ministros «plenos poderes», durante el período octubre 1980-junio 1981.

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