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El PSOE reconoce que la absorción de las periféricas fue una decisión política

Las Jornadas sobre Gestión y Financiación de los Transportes Urbanos comenzaron ayer con un enfrentamiento entre el representante del Ayuntamiento de Madrid y los representantes de las empresas privadas del transporte presentes en la reunión. Juan Claudio de Ramón, delegado de Obras y Servicios, afirmó pública mente que la medida de no prorrogar las concesiones a las empresas de líneas periféricas había sido política y de cuyos resultados sólo se dará cuenta a los madrileños cuando se celebren las próximas elecciones.

El representante municipal explicó, en primer lugar, las causa que han motivado la necesidad de transporte en una ciudad como Madrid. «Desde 1950, la ciudad ha crecido, se ha producido un aleja miento de la zona residencial del puesto de trabajo e incluso de la misma residencia del equipamien to de la zona. Esto ha motivado que en la actualidad un trabajador ten ga diez horas de trabajo, tres de viaje entre su trabajo y su domicilio, carezca de tiempo para el ocio y viva en una vivienda de mala cahdad y en una zona sin equipamientos», manifestó Juan Claudio de Ramón.Ante esta situación, el trabajador exige todo lo que le falta, «entre lo que se encuentra un transporte más cómodo y rápido, que hay que darle, sin podérselo cobrar directamente del salario No es posible, ni para la derecha ni para la izquierda, hacer recaer la totalidad del coste sobre el usuario», dijo el delegado municipal.

Para dar este servicio hay que tener en cuenta que en los últimos años se ha producido una regresión en el número de viajeros por la utilización masiva del automóvil privado, la semana de cinco días y otras razones, como pueden ser el paro. Existen, asimismo, mayores costes salariales de combustibles y de materiales, y existe una tendencia a evitar molestias a los ciudadanos con nuevas subidas de tarifas.

Tras hacer un estudio del desarrollo del urbanismo madrileño y del crecimiento alarmante del parque automovilístico, Juan Claudio de Ramón pasó a ocuparse del usuario del transporte público, que se gasta hasta un 12% del salario en trasladarse por el interior del área metropolitana.

«La EMT ha logrado frenar la pérd da de viajeros e incrementar la demanda. Se ha mejorado la calidad, la productividad y la cobertura, que ahora permite encontrar una parada de autobuses a menos de 350 metros de cualquier punto. Esto no quiere decir que se hayan llegado a las condiciones óptimas, ya que en talleres, por ejemplo, nos encontramos con una plantilla que tiene una edad media de 51 años y una preparación deficiente».

Gonzalo Pascual, presidente de la Asociación Provincial de Transportes Urbanos y Líneas de Viajeros, aprovechó el debate posterior para acusar al ayuntamiento de monopolizar el transporte urbano a costa de los madrileños, que tendrán que pagar la medida. Asimismo informó que la asociación volverá a presentar, próximamente, una propuesta de privatizar la EMT, tanto sectorial como totalmente.

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Esta intervención fue respondída por el representante municipal en el sentido de que el ayuntamiento no tenía de qué arrepentirse. «La decisión ha sido política y los electores nos pasarán en su día factura por ella. A ellos y a nadie más daremos cuenta».

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