_
_
_
_
_

Más de 6.000 hectáreas de monte ardieron este verano en la provincia

Más de 6.000 hectáreas de monte han ardido este verano, durante los meses de julio y agosto, en la provincia de Madrid, a causa de los incendios forestales, según señaló a EL PAÍS Antonio López Lillo, ingeniero jefe del Servicio Forestal y Medio Ambiente de la diputación provincial, quien añadió que «la causa fundamental de éstos ha sido debida a la irresponsabilidad de los madrileños, que en gran número acudieron este año a los montes». A la cifra anteriormente citada hay que añadir las hectáreas perdidas por incendios agrícolas (pastos, rastrojos, pajares, basureros y árboles de pequeño tamaño) que han inundado toda esta zona.

Las pérdidas de monte alto han sido de 1.456 hectáreas, mientras los de monte bajo ascendieron a 4.760, lo que provocó 141 salidas del servicio de bomberos. En cuanto a los incendios agrícolas, las actuaciones de estos servicios ascendieron a 1.022, lo que ha supuesto, en ambos casos, un considerable aumento con respecto a años anteriores, y cuya explicación es, según Antonio López, «además de la irresponsabilidad de los asiduos al campo, una climatología benigna durante la primavera pasada, que ha hecho crecer los pastos en abundancia, y la ausencia de lluvias durante este verano».En cuanto a la posibilidad de que muchos de los incendios hayan sido provocados intencionadamente, el citado ingeniero jefe señaló que «los comentarios y nuestras investigaciones han demostrado que no han sido muchos los casos intencionados, pero tampoco esto puede ser significativo, puesto que es muy dificil averiguar exactamente sus causas, a no ser que nuestros vigilantes vean directamente a una persona realizando una acción de este tipo».

Hasta el momento no se han podido evaluar las pérdidas materiales que han sido registradas a través de los incendios, pero podemos señalar, según las estadísticas del año anterior, que éstas ascendieron a 7.500 millones de pesetas en productos primarios (madera, corcho, leña, frutos secos y pastos). Además, según el Icona, «la destrucción del monte anula la protección del suelo y logra poner en peligro los embalses, el régimen hidrológico y la erosión. También deteriora la calidad de zonas aprovechables para el ocio, destruye el hábitat de las especies cinegéticas y, sobre todo, hace cundir la inquietud entre las personas que viven junto a las masas forestales».

A pesar de los dieciocho parques provinciales del servicio de bomberos de la diputación provincial y los cerca de trescientos bomberos profesionales que están en la plantilla, este Cuerpo será incrementado con unas cuarenta nuevas plazas para noviembre próximo, mediante una oposición que se llevará a cabo próximamente a tal efecto. «Estas cuarenta nuevas plazas van destinadas», según Antonio López, «a un cierto número de bomberos y a conductores bomberos, aunque todavía no se ha determinado exactamente el número exacto ».

El propio arquitecto jefe de este servicio señaló además a este periódico que «existen suficientes puestos de vigilancia en las torre que se mantienen en la provincia madrileña, mientras algunos de ellos señalaron que este número era insuficiente y su trabajo no era realmente bien remunerado.

De todas formas, parece ser que la extinción de incendios ha sido bastante efectiva este verano, como demuestran las cifras del enorme número de salidas y actuaciones mantenidas por este servicio, aunque, según Antonio López, «el aumento de la plantilla será constante, a medida que las necesidades sean cada vez más urgentes ».

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_