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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Motos en la sierra

En el año 1977, el entonces gobernador civil de Madrid, señor Rosón, dictó una orden a los ayuntamientos de la provincia por la que se prohibía el uso de motocicletas fuera de caminos con ancho inferior a cuatro metros. De todos los que habitualmente salimos a la sierra es sabido que dicha orden es papel mojado. Así, podemos ver motos y sus efectos en la cumbre de la Maliciosa, o ser despertados de nuestro apacible sueño por sus ruidos incontrolados en Collado Ventoso o Fuenfría. Ni los ayuntamientos ni el Icona ponen los medios ni la vigilancia suficientes para impedir que estos nuevos «caballos de Atila» continúen sus destrozos.El Ayuntamiento de Navacerrada, en este caso, es uno de los que más contribuyen al desarrollo de este deporte tan devastador, acordando la construcción de un circuito de motocross, sin tener en cuenta que a cuatro kilómetros está el circuito de Cercedilla. ¿Es demasiada molestia para estos ahorradores de energía desplazarse hasta allí? Los terrenos por los que discurre el nuevo circuito pertenecen al monte de utilidad pública número veinticuatro, y, por tanto, según la ley de Montes de 1956, sujeto a la administración del Icona.

Todo hace suponer unos intereses ocultos del ayuntamiento. El circuito ha sido construido por sorpresa, utilizando, incluso, parte de un camino frecuentemente transitado para subir al río, y sin consultar a los habitantes de las viviendas colindantes, los cuales han manifestado ya su oposición al mismo. Por otra parte, las características del mismo son lo menos parecidas a un circuito de motocross en regla, asemejándose mucho más a una carretera, que es de suponer se pueda construir en un futuro no muy lejano. Finalmente el ayuntamiento ha demostrado tener la capacidad y los medios necesarios para devastar una hectárea de monte. ¿Por qué no se emplean dichos medios en construir cortafuegos o limpiar los ya existentes? ¿Y, por qué, en vez de fomentar un deporte tan irresistible a cualquier sistema nervioso medianamente normal, no se preocupa de desarrollar otros mucho más sanos, y que no creen neuróticos llenos de delirios de grandeza, como les ocurre a estos nuevos cowboys de la sierra?

Para acabar, nos permitiremos dar a este organismo un pequeño consejo: ya que, desgraciadamente, el destrozo es irreparable, proponemos que este circuito de motocross se convierta en uno de footing.

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